Dos directores alcazareños de cine independiente ruedan «Supreme» en Los Ángeles

Cumplir un sueño, por muy lejano que parezca, puede ser posible mientras uno tenga «ilusión y ganas» y esté convencido de que «el mundo se puede hacer corto». Así de contundente expresa su aventura en Los Ángeles el director alcazareño Pablo Conde, quien junto con su socio y amigo Hugo de la Riva se encuentra grabando un cortometraje. Están aprovechando las vacaciones –spring break– que tiene Pablo, guionista y creador de esta nueva historia, como profesor de español en un colegio de Houston (Texas).

El proyecto no está avalado por ninguna industria cinematográfica, pero la calurosa acogida mostrada por parte de la gente del gremio ha conseguido que el proyecto llegue a puerto sin mayores complicaciones.

Este viernes pasado, se instalaron en un hotel cerca de Hollywood Boulevard –el paseo de la Fama– para preparar las dos jornadas de grabación que habían previsto.

«Supreme», título de este cortometraje, simultanea dos espacios: el mismo Hollywood Boulevard, que les ha concedido el escenario para grabar los exteriores, y un establecimiento de comida rápida para las escenas de interior, ubicado en Burbank, cerca de estudios como Universal Pictures o Warner Brothers.

El reparto, elegido por una actriz local que se prestó a hacer el casting vía online, está formado por cuatro actores norteamericanos, dos de ascendencia hispana y uno afroamericano. En estos momentos, se encuentran preparando en su ordenador los últimos recursos de luz y sonido para, finalmente, editar y montar el trabajo cuando estén de vuelta en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Actualidad americana

Fieles a su estilo y como todo director de cine independiente, estos cineastas tratan de plasmar su punto de vista crítico sobre un tema de actualidad; en este caso, los males que aquejan a la sociedad norteamericana, como pueden ser las diferencias económicas entre clases, el racismo todavía latente y el problema de la obesidad.

Pablo afirma que «lejos de lo que nos venden las películas de Hollywood, la sociedad norteamericana no es perfecta». Ellos se dieron cuenta al poner el pie allí, cuando observaron que «en la misma calle puedes ver pasar un coche último modelo y cruzarte después con un vagabundo».

Sin embargo, para un director de cine, aunque sea joven, es fácil grabar si tiene una buena idea. Estados Unidos ofrece los medios necesarios. En este país el cine «está por todas partes, en lo pasional y en lo profesional», comenta Pablo; «vive por y para el marketing» y «hay un público que consume cine de manera regular».

Pablo y Hugo enseguida encontraron apoyos, algo que también atribuyen al conocimiento que hay entre los hollywoodienses de la región de La Mancha, ya que el nombre de Pedro Almodóvar, después de tener su propia estrella en el paseo de la Fama, resuena todavía.

Estos dos alcazareños han tratado de proyectar la visión de una realidad tal y como la han percibido y como la han querido contar. Hugo, que el 24 de marzo pondrá a distribuir su último corto «Tarde de Pesca», protagonizado por el actor Miguel Rellán, aclara que en su manera de hacer cine creen en «una fórmula que combine una herramienta de entretenimiento y otra de expresión», y en la vigilancia permanente del «equilibrio entre el contenido y la forma».

La independencia en sus obras les permite desplegar un amplio espectro de géneros. Ellos han producido cine de suspense, intriga, han criticado los poderes políticos, los puntos de decadencia social… y, desde que en 2012 crearan la asociación «Evasión Cine», siempre han tenido el punto de mira sobre una meta que poco a poco ven más accesible: producir su largometraje.