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El Rey pide un Brexit con mínimas barreras

Don Felipe celebra en la City que España y Reino Unido hayan elegido la economía abierta

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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El Rey inició este jueves la segunda jornada de su visita de Estado al Reino Unido con un encuentro en Mansión House, en el corazón de la City financiera de Londres, en apoyo de las empresas españolas. En el Foro de Negocios Reino Unido-España, ante ejecutivos de ambos países, Don Felipe demandó un Brexit «que minimice al máximo obstáculos y barreras». También celebró que las dos naciones hayan elegido la senda de la economía abierta, un guiño liberal. Su alocución fue por supuesto una gran defensa de la pujanza económica de España y enfatizó que, tras salir de la crisis, «hoy es la economía grande que más crece de la UE, un 3,2% en 2016, por segundo año consecutivo, y en la primera mitad de 2017 continúa con esa cifra vigorosa».

El Reino Unido, aun con las dudas que ahora suscita con la aventura del Brexit, es la segunda economía europea tras Alemania y la quinta del mundo.

Al Rey lo escuchaban los presidentes de las principales empresas españolas con fuertes inversiones en Reino Unido. Como recordó el Monarca, el mercado británico es el tercero en la exportación española de bienes y servicios. Señaló que el año pasado nuestras exportaciones al Reino Unido continuaron creciendo, aunque cayeron en sentido inverso. La británica supone el 12% de la inversión extranjera en España y genera 110.000 empleos.

El Reino Unido es el primer destino de la inversión exterior española, más de 82.000 millones de euros. Como recordó el líder de la City de Londres, nuestro país es tras Estados Unidos el segundo inversor en el sector financiero del Reino Unido. La verdad es que resultaba emocionante escuchar al orador inglés enumerando en un importante foro el poder aquí de las grandes multinacionales españolas.

El Rey hizo un discurso de saludable orgullo de España, recordó la calidad de sus infraestructuras, ciertamente muy superiores a las británicas, que se han quedado anticuadas: «Tenemos algunos de los mejores puertos, aeropuertos, trenes y carreteras del mundo». También destacó la valía «del capital humano». El Rey brindó todo ese talento y capacidad empresarial para participar en las importantes obras de infraestructuras que va a acometer el Reino Unido, significativamente su tren de alta velocidad, que todavía no existe.

Don Felipe reconoció que la salida de la UE «ha creado incertidumbre y dudas a nuestras compañías». Por ello demandó que «la actual negociación reduzca esta incertidumbre al mínimo» y se intente «minimizar futuros obstáculos y barreras» económicos y comerciales.

Economías abiertas

En un momento en que en la izquierda política española corren vientos muy antiliberales, el Rey dejó esta frase lógica, pero casi audaz en el actual clima español: «La vitalidad de nuestro comercio e inversiones muestra claramente que las dos naciones hicimos la decisión correcta abriendo nuestras economías. El Reino Unido ha sido siempre el campeón de la apertura de su economía y pionero también de programas de liberalización económica, un modelo que ha sido seguido por otras naciones. En las últimas décadas España ha seguido ese mismo camino y debe continuar».

Juan Rosell, el presidente de la CEOE, comentó en un corrillo antes del comienzo del acto que el Brexit «todavía podría ser reversible». «Ojalá que no lo hubiese», reconoció abiertamente, porque «sin duda alguna hay preocupación entre los empresarios españoles».

Aunque algunas encuestas ya recogen el llamado «Regetxit», el triunfo del arrepentimiento en los sondeos, el proceso de salida parece por ahora imparable, porque la débil May es rehén de la poderosa ala nacionalista y eurófoba del Partido Conservador y porque Corbyn, el líder laborista, en realidad es también de corazón euroescéptico y nunca ha defendido la permanencia en la UE con pasión.

En la reunión empresarial participaron el Príncipe Andrés y Liam Fox, ministro de Comercio, uno de los miembros más «brexiteros» del Ejecutivo, que ensalzó el fuerte intercambio económico. «En todas las esquinas del Reino Unido están invirtiendo las empresas españolas». Y agradeció que continúen haciéndolo ya en pleno Brexit.

Alfonso Datis, el ministro español de Exteriores, pidió un Brexit «pragmático», y «lazos amistosos y fuertes» entre ambos países.