La visita de Fidel Castro a Canarias, donde se sintió "como un descendiente de los guanches"

Hace 20 años, el dictador ya fallecido estuvo 21 horas en Tenerife y regó el oído a los nacionalistas insulares: "Ustedes son unos trabajadores insuperables"

Las Palmas de Gran Canaria Actualizado: Guardar
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En junio de 1996, cuando José María Aznarcumplía apenas dos meses en el Gobierno, cuando el entonces ministro de Asunstos Exteriores, Abel Matutes, alertó a Manuel Hermoso, presidente del Gobierno de Canarias, sobre la oposición del Gobierno a que se recibiera al tirano Fidel Castro en las islas.

Era el periodo especial de configuración de un nacionalismo en Canarias que vendía a Madrid rebeldía moderada al tiempo que respaldaba al PP. Hermoso, un ingeniero industrial que procedía de la UCD, experto en cálculo, llevaba ya tres años liderando un grupo nacionalista creado en 1993, tras una moción de censura al PSOE. Es decir: Coalición Canaria. Además de político, Hermoso era empresario. Un tiempo antes ya había estado en La Habana con inversores y autoridades como el entonces consejero canario de Hacienda, José Carlos Francisco.

Y allí se invitó a pasar por las islas algún día.

El 15 de junio de 1996, Castro encontró la oportunidad perfecta para generar un enemigo exterior. Aprovechó una necesidad de escala técnica de un aparato de Cubana de Aviación que podría haber empleado Cabo Verde, cuya guerrilla contra Portugal financió, para aterrizar en el Aeropuerto Reina Sofía, Tenerife. Castro descansó en el hotel Bahía del Duque, relacionado con la industria trabaquera entonces. 21 horas de estancia.

Castro necesitaba aterrizar en suelo español y hablar con la prensa. Y lo hizo en unas escalinatas del hotel. Regó los oídos en un territorio donde sus líderes políticos, procedentes del mundo de la empresa, reclamaban atención a Madrid. "He llegado a la tierra de mis antepasados. Tengo algunos ascendientes canarios por parte de mi madre. Los canarios son unos trabajadores insuperables; fundaron la agricultura del tabaco en Cuba", dijo ante la prensa.

Coalición Canaria estaba empezando en aquella época a lanzar su discuso sobre las aguas territoriales. Y Castro se sumó al juego: "¿Cómo es posible que pueda venir quien quiera a las aguas canarias? ¿Qué tratado fue ese?". La crisis de los balseros fue en 1994.

21 horas de estancia en Canarias donde visitó el Teide. En el pico más alto de España le dijo a un periodista, Carmelo Rivero, que se sentía "como un descendiente de los guanches" y agregó que "cuando Colón pasó por aquí esto no estaba conquistado. Habitaban los guanches". A Rivero, Raúl Castro, años antes, en una cumbre de los No Alineados le preguntó si pertenecía a Mpaiac de Antonio Cubillo. El Mpaiac fue un grupo terrorista.

Más halagos antes de marcharse Castro de Canarias: "Dejaré una parte de mi alma flotando en medio de estos volcanes y lloraré al irme porque me voy más canario a Cuba, aunque no sé si volveré".

Después de aquella visita, otros mandatarios canarios como Román Rodríguez estuvieron en La Habana; pero en un marco de respaldo a empresarios como Enrique Martinón, que tiene contratos públicos de gestión hotelera y explotación de infraestructuras en la isla.

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