San Valentín, producto turístico canario

Mientras buena parte de Europa se hiela en este mes desapacible de febrero, muchas parejas de enamorados buscan un lugar agradable, cálido y entrañable para compartir su amor y entrega en un escenario idílico y verdadero que les sirva de escenario para expresar realmente lo que sienten, al menos una vez en su vida. Un destino turístico cercano, entrañable, seguro, apacible, hermoso e inolvidable para celebrar San Valentín. Cada destino turístico tiene su particular momento distintivo que lo hace único y perdurable. Casi siempre, dicho recuerdo cordial, va unido a una experiencia personal enmarcada en un escenario de ensueño, de esos que solo existen en las películas, y donde uno, normalmente gratamente acompañado, deja su huella a través de una agradable emoción, normalmente plasmada en una foto que la guarda con cariño para siempre.

Muchos de esos destinos tienen relación con la nieve, el sol, el desierto, el submarinismo o inmensas y placidas playas encantadas; con lujosos hoteles situados en parajes naturales que sirven como canto a la belleza más pura; mares de nubes y volcanes semidormidos que se levantan entre acantilados de ensueño que armonizan con caprichosas pinceladas geográficas una gran biodiversidad que acogen bosques hechizados, palmerales en flor o valles encantados; lugares donde habitan arboles sagrados y conviven noches limpias y cuajadas de estrellas con hermosas puestas de sol y amaneceres de plata. Pero para disfrutar de todo ello habría que recorrer varios continentes e incluso vivir varias vidas por falta de tiempo; al menos que se acierte con ese destino único que contiene todos esos deseos y anhelos hechos paisajes; esos momentos sensacionales y experiencias inolvidables; y, a ser posible, hacerlo en un solo viaje, y que en tan sólo unos pocos días se pueda plasmar el recorrido de dicho sueño.

Y ese lugar, sin duda alguna existe, y se llama Canarias. Un archipiélago afortunado que, situado en el centro del mundo y bañado por un mar cálido y arropado por unos vientos alisios subtropicales, acoge todo un continente en miniatura diseminado por siete hermosas islas, incomparables, únicas y distintas en su diversidad que constituyen todo un placer para los sentidos. Un lugar ideal para disfrutar en familia o a solas, pero sobre todo en pareja, porque te ofrece la libertad de vivir y disfrutar de unas vacaciones tan activas o despreocupadas como quieras.