Digitáfrica

Las incubadoras digitales están aumentando en África subsahariana en los últimos años a un ritmo muy interesante. Google o Facebook tienen en África unos ratios de crecimiento muy fuertes. Google ha formado a 500.000 consumidores en Kenia en el uso de las tecnologías. Pero la tecnología sin energía no es posible que funcione. En el lago Turkana, junto a Vestas, ha colocado 12 millones de euros para desarrollar un proyecto fotovoltaico de 96 megavatios. La inversión forma parte de una agenda de 700 millones de dólares para aportar soluciones energéticas en África al tiempo que se potencia la digitalización de economías en crecimiento.

Otra muestra del dinamismo de lo digital en el continente africano, que tiene un peso creciente en la economía de muchos países de habla inglesa y, más recientemente, francesa.

Este fenómeno comenzó por Kenia y después por Ghana. La economía digital ayuda a salir de retraso en el desarrollo del África subsahariana. El capital francés no quiere perder el control del asunto. Societé Generale y Orange han decidido lanzarse al mercado de la finanzas digitales africanas en 2017. La previsión es tener 400.000 clientes en el primer año,y 2 millones para el año 2024. Los productos: cuentas corrientes y crédito al consumo. En la parte francófona del continente africano, las sucursales bancarias están vacías; pero las tiendas de telefonía están llenas siempre. La idea es que cada vez que un cliente entre en una tienda de moviles en Senegal o Costa de Marfil, por ejemplo, abra una cuenta corriente digital. Así de sencillo. Algo parecido a la venta de energía que France Telecom ha hecho en Polonia.

Precisamente, el entorno digital del mercado es uno de los aspectos que trata esta semana Casa África en Canarias y que analiza la agilidad, la cooperación, la creatividad, el espíritu empresarial en África a través de la digitalización de servicios. Entre las empresas que participan en este encuentro, se encuentra Jokkolabs. El propio nombre de la empresa en wolof significa sígueme. Esta empresa comenzó a operar en 2008 en Francia y ya está operando en 8 mercados africanos. La tesis en la que se mueven estos nuevos emprendedores africanos, con el respaldo de capital francés, suizo o norteamericano, es generar espacios en el último kilómetro de la vida profesional de personas que operan con intangibles. Entre la formación y el empleo. Los debates en Casa África demostrarán que las incubadoras y laboratorios de ideas digitales triunfan en África porque siguen la tesis de Leopold Sedar Senghor de "en el cruce de dar y recibir, donde todo el mndo se sienta cómodo porque saber si el donante y el receptor". Operadores que han triunfado en este escenario son WeThinkCode o Fuzu, que nació de un problema: El 90% de los solicitantes de empleo africanos no son empleables. Por eso, la tecnología ofrece una serie de cursos gratuitos de iniciación en sectores tan diversos como auditor o consultor de recursos humanos con certificaciones técnicas y el respaldo de entidades físicas como universidades.