El secretario general de Podemos de Baleares, Alberto Jarabo, acompañado por varios cargos y dirigentes de la formación en el Archipiélago
El secretario general de Podemos de Baleares, Alberto Jarabo, acompañado por varios cargos y dirigentes de la formación en el Archipiélago - EFE/J. Grappelli

FiltracionesPasqual Ribot: «Mucha gente del mando de Podemos Baleares es una inutilidad absoluta, pero tiene peso político»

El hasta ahora presidente de la Comisión de Garantías regional de la formación morada valoraba de ese modo a la dirección autonómica hace un año y medio

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El hasta ahora presidente de la Comisión de Garantías de Podemos Baleares, Pasqual Ribot, no tenía muy buen concepto ni de los dirigentes de su partido ni del secretario general regional, Alberto Jarabo. Así se desprende de una conversación que Ribot mantuvo en julio de 2015 con una dirigente del sector crítico expedientada, Carmen Azpelicueta, charla en la que también participó el secretario jurídico de dicho órgano disciplinario, Joan Canyelles. «Este es un partido de secretarios generales, no de consejos ciudadanos», decía Ribot entonces, al mismo tiempo que hablaba de las «cagadas» de Jarabo, «algunas son inevitables porque proceden de su carácter y de su formación, lo que hay que hacer es trabajar a pesar de eso».

Ribot le reconocía además a Azpelicueta que ella «generaba miedo en la competencia».

En ese sentido, añadía que «uno de los problemas más graves que hay en esta organización es que la gente válida genera miedo» y también recalcaba que «mucha gente del mando, no hablo de Jarabo, es una inutilidad absoluta, pero tiene peso político en la organización». Ribot llegaba a decir que los propios afectados sabían que «por vagos o por tontos no dan el nivel».

Goteo de filtraciones

A lo largo de este mes de enero, se han estado filtrando a los medios varios fragmentos grabados de la mencionada conversación, en lo que parece un intento del sector crítico de Podemos Baleares para llamar la atención sobre presuntas irregularidades cometidas en el seno del partido, denunciar determinadas actuaciones del sector oficial o intentar desprestigiar a la dirección. Las sucesivas filtraciones de esa charla de julio de 2015 empezaron a producirse justo después de que, semanas atrás, hubieran sido expulsadas del partido la presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas, y la diputada autonómica Montserrat Seijas por presunta «vulneración del código ético» en relación a otro asunto.

La primera filtración tuvo lugar el pasado 4 de enero. Un día después, Canyelles presentaba su dimisión, hecho que supuso la disolución automática de la Comisión de Garantías regional. Por su parte, Azpelicueta fue suspendida cautelarmente, el 7 de enero, de sus responsabilidades en el Consejo Ciudadano por parte de la dirección de Podemos Baleares. Además, ese mismo día los actuales dirigentes de la formación morada en el Archipiélago pidieron formalmente a la Comisión de Garantías estatal que iniciase una investigación para conocer los pormenores de este caso. Al estar ahora ya disuelta la Comisión de Garantías regional, no era posible formalmente la dimisión de Ribot, si bien sus afirmaciones serán evaluadas por la dirección nacional junto con las de Canyelles y las de Azpelicueta.

Por lo que respecta a Huertas y a Seijas, cabe recordar que en noviembre del pasado año fueron suspendidas cautelarmente de militancia por haber amagado, en un chat interno, con no apoyar los Presupuestos de la Comunidad de 2017 si no se renovaba un convenio que el laboratorio científico del dirigente Daniel Bachiller tenía suscrito desde hacía una década con el Gobierno balear. La Comisión de Garantías regional había sido la que había informado del caso al órgano equivalente estatal.

El proceso disciplinario culminó recientemente con la expulsión definitiva de Huertas y de Seijas de Podemos y también del Grupo Parlamentario, a pesar de que finalmente las dos votaron a favor de los Presupuestos, al igual que sus ya excompañeros de partido. Ambas diputadas han venido reiterando que su expulsión obedecería únicamente al hecho de haber cuestionado diversas actuaciones de la cúpula regional, acusación que ha sido negada por los actuales dirigentes.

Un partido dividido

En cualquier caso, todos estos hechos han producido una fractura interna en Podemos Baleares, que se ha evidenciado con diversas dimisiones en el seno del Consejo Ciudadano —órgano equivalente a la Ejecutiva— o la imposibilidad de haber podido encontrar aún un relevo para Huertas en la presidencia del Parlamento, situación que está derivando en una crisis institucional. Por su parte, Huertas presentó una demanda por su expulsión de Podemos y de momento sigue todavía al frente de la Cámara autonómica.

Tras confirmarse que Huertas y Seijas habían sido expulsadas, empezaron a filtrarse a los medios, como se ha señalado, distintos fragmentos de la citada conversación mantenida hace un año y medio en el seno de la Comisión de Garantías regional entre Ribot, Azpelicueta y Canyelles. En el primer fragmento que trascendió públicamente, hace dos semanas, el entonces secretario jurídico de dicho órgano disciplinario se comprometía a encontrarle un trabajo a Azpelicueta y a cerrar su expediente a cambio de su silencio —«si eres buena niña»— y de su apoyo a la dirección, algo a lo que Azpelicueta pareció acceder. Sin embargo, el secretario de Organización regional, Alejandro López, afirmó hace dos semanas que Canyelles habría actuado a título personal. «Alberto Jarabo evidentemente no sabía nada de esto ni tiene nada que ver», sentenció López.

Azpelicueta se había presentado a principios de 2015 a las primarias que debían decidir la candidatura de Podemos al Consell de Mallorca en las elecciones autonómicas de mayo de aquel año. El aspirante oficialista, Jesús Jurado, se impuso en dichas primarias por 17 votos de diferencia —535 frente a 518— a Azpelicueta. Previamente, habían quedado fuera del recuento definitivo 328 sufragios, al haber detectado una empresa contratada por Podemos que todos esos votos habrían sido emitidos desde un único ordenador.

Ese supuesto fraude se atribuyó a un dirigente del partido que, por ello, fue forzado a abandonar Podemos. En ese contexto, Azpelicueta presentó un recurso en el que pedía un nuevo recuento de los votos. Dicha petición no fue aceptada por la Comisión de Garantías regional, que además optó por abrir un expediente a la propia Azpelicueta por su supuesta vinculación con el mencionado fraude, algo que finalmente no se pudo demostrar. «Te denunciamos porque has denunciado», le reconoció el entonces presidente del citado órgano disciplinario a la afectada hace un año y medio.

Encubrimiento de delitos

Las filtraciones de la controvertida conversación de julio de 2015 han continuado. Así, hace una semana trascendió que la Comisión de Garantías regional habría propuesto aquel año encubrir un presunto «delito» del citado dirigente que fue forzado a abandonar Podemos por haber cometido un supuesto fraude en las primarias del Consell de Mallorca. Según Ribot, aquel dirigente al parecer habría estado buscando «sistemas de obtener DNI's de personas».

El encubrimiento de esa presunta irregularidad se habría llevado a cabo para no acabar «todos en los tribunales». Azpelicueta le preguntó entonces a Ribot por qué, metafóricamente hablando, no le había cortado «la cabeza» a ese dirigente. «Para parecer más plurales y transparentes y para no joder a la gente y tal», respondió el entonces presidente de la Comisión de Garantías regional. En esa misma línea, añadió: «Porque esto es un delito realmente». La única persona que se habría opuesto a esa actuación supuestamente arbitraria habría sido la diputada autonómica Montserrat Seijas, cuya expulsión fue promovida por el citado órgano disciplinario un año después.

Una nueva filtración sobre la conversación mantenida hace un año y medio se produjo ayer sábado. En dicho fragmento se desvelaba que a mediados de 2015 podrían haberse producido presuntas irregularidades por parte de Podemos Baleares a la hora de contratar a futuros asesores para el Consell de Mallorca. Cabe recordar que tras las elecciones autonómicas y locales de mayo de aquel año, las principales instituciones de Baleares pasaron a estar gobernadas por tripartitos conformados por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos. En el caso del Consell de Mallorca, el presidente es el econacionalista Miquel Ensenyat, mientras que Podemos ocupa la vicepresidencia.

«Aquí lo que ha pasado es que en la contratación de personal del Consell de Mallorca, en las entrevistas se han cometido delitos», explicaba Ribot a Azpelicueta en julio de 2015. Según Ribot, el hoy diputado insular de Podemos Iván Sevillano le habría preguntado a una mujer que optaba al cargo de asesora «si hacía cuentas de quedarse embarazada». En ese contexto, añadía: «Iván —Sevillano— es el que ha cometido los delitos prácticamente».

El entonces presidente de la Comisión de Garantías regional reconocía que a una futura asesora «le puedes preguntar de todo menos eso, con lo cual esto es delictivo» y también recalcaba que «si esto va a misa, tenemos que acabar abriendo expediente a todos». En su conversación con Azpelicueta, Ribot reconoció que su propia hija y hoy diputada insular, Aurora Ribot, y el actual vicepresidente del Consell de Mallorca, Jesús Jurado, habrían estado presentes en la citada entrevista laboral y no habrían dicho nada.

Por su parte, el secretario general de Podemos Baleares afirmó ayer, en relación al contenido de la mencionada charla entre Ribot y Azpelicueta sobre las contrataciones en el Consell de Mallorca, que «esos hechos no han ocurrido». Según Jarabo, Ribot «advierte de unos hechos que no son ciertos y que no están confirmados por nadie».

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