El hombre pidió a su pareja, por whatsapp, que fuera a buscarle a la salida de su trabajo
El hombre pidió a su pareja, por whatsapp, que fuera a buscarle a la salida de su trabajo
Tribunales

Un whatsapp le cuesta a un presunto maltratador cuatro meses de cárcel

Pese a tener una orden de alejamiento, le mandó el mensaje a su pareja para pedirle que le llevara en coche

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Un mensaje por whatsapp le ha costado a un hombre cuatro meses de cárcel que, además, tendrá que cumplir de forma inmediata, porque el juez le ha denegado la suspensión de la pena. El condenado es un inmigrante, vecino de Teruel, sobre el que pesaba una orden de alejamiento e incomunicación hacia su pareja por un presunto delito de malos tratos ocurrido meses atrás.

Pese a ello, este lunes le mandó un whatsapp pidiéndole que le hiciera el favor de llevarle en coche. Ella aceptó, pero fueron sorprendidos por la Policía y ahora él ha acabado condenado por quebrantamiento de orden judicial.

La sentencia ha sido dictada por un juzgado de Teruel. En ella se destaca que Gheorge P. D.

«incumplió, de forma consciente e intencionada, la orden de alejamiento con prohibición de comunicación» que se le impuso el 30 de abril. Esa orden debía estar en vigor hasta el 25 de diciembre.

Aunque la mujer aceptó hacerle el favor de ir a recogerle con el coche al restaurante en el que trabaja el hombre y llevarle en el vehículo hasta Teruel capital, el juez considera que eso no exime de responsabilidad penal al acusado. La cuestión no es si ella aceptó llevarle en coche, sino que él ni podía comunicarse con ella ni podía acercarse a menos de 200 metros. Y las dos prohibiciones las incumplió.

El propio whatsapp es, en sí mismo -al margen de su más o menos inocuo contenido-, un quebrantamiento de condena, porque supone entrar en comunicación con su pareja, y no podía hacerlo. Que luego la mujer fuera la que acudiera a buscarle con su coche tampoco exime al hombre porque, entiende el juez, él en ningún caso podía estar a menos de 200 metros de ella, y menos aún incitar a un encuentro.

El juez considera igualmente que no ha lugar suspender el ingreso en prisión del hombre, porque entiende que queda probado un alto riesgo de reincidencia por su parte, que le constan antecedentes y que, por tanto, no es un «delincuente primario».

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