Los tapices fueron descolgados y guardados en diciembre de 2014
Los tapices fueron descolgados y guardados en diciembre de 2014 - R. P.
Arte

Los valiosos tapices que hizo Calatayud para recibir a Carlos V, comidos por el polvo

En estado crítico de conservación, los siete se retiraron hace más de dos años, y ahora se restaurará uno con 30.000 euros

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Los siete valiosos tapices que durante siglos colgaron de los muros del presbiterio de la Colegiata de Santa María de Calatayud son unas piezas textiles de elevadísimo valor. Son piezas históricas únicas que, según la tesis más extendida, fueron confeccionados hace 500 años para recibir al emperador Carlos V, cuando éste recaló en Calatayud el 16 de abril de 1518.

Los tapices, conocidos como reposteros por la técnica utilizada para su confección, están comidos por el polvo. Tan delicado es su estado de conservación que hubo que contratar una empresa especializada para descolgarlos, en diciembre de 2014. La debilidad del tejido hacía que solo manos expertas pudieran tocarlos, diseñar con milimétrico cuidado su desmontaje y recogerlos con sumo cuidado.

Desde entonces se conservan a salvo de cualquier efecto físico o atmosférico que puedan agravar su precario estado.

Se descolgaron para protegerlos de las obras de restauración en que está sumida desde hace años la Colegiata bilbilitana de Santa María. Y, desde entonces, permanecen recogidos a la espera de que haya dinero para acometer su restauración.

De momento, uno de ellos será restaurado próximamente. Pero hay seis más en la misma situación. El coste de recuperarlos es muy abultado: el que se va a restaurar ahora necesitará de 30.000 euros, así que recuperar los otros seis que completan el conjunto costaría del orden de más de 150.000 euros.

Los 30.000 euros que se invertirán en recuperar uno de estos siete reposteros serán financiados mayoritariamente por la Diputación de Zaragoza, que cubrirá el 60% de ese coste. El otro 40% lo aportarán, a partes iguales, el Ayuntamiento de Calatayud y la Diócesis de Tarazona.

Estos tapices son de extraordinaria belleza y riqueza compositiva. Según explicó en su día a ABC la restauradora Arantza Platero, de la empresa Alet Restauración y que se hizo cargo del desmontaje de estas piezas, estos siete reposteros recuerdan varios que atesora el monumental monasterio burgalés de Las huelgas.

Platero advertía del gravísimo estado de conservación en el que se encontraban estos tapices hace ya más de dos años. «Están realmente mal, el polvo acumulado durante siglos ha provocado una grave deshidratación de la fibra textil, a lo que se suman antiguas intervenciones poco afortunadas, intentos por repararlos que han quedado visibles en forma de remiendos, parches y zurchidos», explicaba.

Solo desmontar esos siete pices costó más de 5.000 euros. Se trata de piezas confeccionadas con la técnica de repostero. La maestría con la que se elaboraron los conviertes en unas auténticas joyas de la historia del arte textil español.

El alcalde bilbilitano, José Manuel Aranda, ha explicado a ABC que el objetivo es ir restaurando los otros seis tapices conforme se disponga de subvenciones para ello. «El coste de acometer la restauración de todos ellos excede las posibilidades del Ayuntamiento», explica. Una opción -según ha indicado- es ir aprovechando sucesivos planes de restauración de bienes muebles que convoca la Diputación de Zaragoza -como el que ahora permite restaurar uno de estos tapices- para ir recuperándolos.

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