Ejemnplar de urogallo, especie de la que queda una escasa población en el Pirineo aragonés
Ejemnplar de urogallo, especie de la que queda una escasa población en el Pirineo aragonés
Sociedad

Un urogallo muere por el estrés que le causaron las cámaras de los turistas

Era uno de los escasos ejemplares que quedan de esta especie, en grave peligro de extinción

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Un urogallo ha muerto en el Pirineo aragonés por el estrés que le ocasionaron los turistas. Así lo ha indicado la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno regional, que ha dado cuenta de la pérdida de este ejemplar, uno de los escasos que quedan de esta especie en grave peligro de extinción. La legislación regional le protege, y prevé multas de al menos 16.000 euros a quien acabe voluntariamente con la vida de uno de estos animales.

En el Pirineo aragonés se calcula que quedan medio centenar de ejemplares de urogallos. Es el último reducto de esta especie, habitualmente esquiva a los humanos. Durante todo el año es difícil verlos, porque sus costumbres son más bien nocturnas. Sin embargo, en la primavera, coincidiendo con su época de celo, es más fácil que se dejen ver durante el día, incluso en zonas próximas a núcleos habitados por el hombre.

Eso es lo que hizo este ejemplar. Se dejó ver por un paraje cercano a Benasque (Huesca), un enclave de alta presencia turística del Pirineo aragonés. Su espectacular plumaje, la belleza de este animal y lo raro que resulta tenerlo a la vista para el hombre hizo que se convirtiera en reclamo fotográfico para algunos turistas.

El 26 de abril fue visto por primera vez y, ante la curiosidad que había despertado su presencia, el animal fue trasladado por agentes medioambientales Gobierno aragonés a una zona más alejada. Sin embargo, el animal volvió a aparecer el 5 de mayo en el entorno de Benasque, y de nuevo fue objeto de curiosidad por parte de visitantes.

Según el Gobierno aragonés, el agobio que le causó la avidez con la que era buscado para fotografiarlo y para presenciarlo le provocó un estrés que le resultó fatal a este ejemplar de urogallo. Los agentes de protección de la naturaleza volvieron a recogerlo para alejarlo, pero el estado de estrés fue tal que ha acabado muriendo.

«Las molestias causadas por el público, desconocedor del comportamiento de esta especie» ha acabado costándole la vida a este urogallo, según han informado fuentes del Ejecutivo autónomo. Y todo por el ímpetu por acercarse a él y fotografiarlo, para «llevarse un recuero de un acontecimiento excepcional».

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