El precio al que se cotiza la almendra ha hecho proliferar las plantaciones de estos árboles
El precio al que se cotiza la almendra ha hecho proliferar las plantaciones de estos árboles - EFE
Agricultura

Unos agricultores, forzados a contratar arqueólogos para poder plantar almendros

La Administración obliga a los promotores de una plantación a realizar catas arqueológicas en sus fincas

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Unos agricultores de Épila (Zaragoza) se van a ver forzados a contratar arqueólogos para poder plantar almendros. La obligación le viene impuesta por la Administración regional que, a su vez, ha echado mano de la normativa de aplicación.

El tamaño de la plantación proyectada hace que el proyecto exija el visto bueno del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), y que éste -en la tramitación- recabe informes de variados organismos públicos, entre ellos la Dirección General de Patrimonio del Gobierno aragonés.

Ha sido ésta la que ha marcado como condición que, antes de plantar uno de esos almendros, los agricultores contraten a arqueólogos, realicen catas en el subsuelo de todas las parcelas y elaboren un informe que sea entregado a la Administración autonómica.

No hay indicios de que en ese enclave haya restos arqueológicos pero, por si acaso, la Administración considera que lo mejor es que se hagan catas de forma sistemática.

Las fincas en cuestión están cultivadas desde hace mucho tiempo. Lo único que quieren hacer sus propietarios es cambiar el cultivo: en vez de cereal, dedicarlas a almendros, que sale más rentable.

Fuentes municipales han explicado que la plantación proyectada no es excesivamente grande. «Se puede calificar de mediana, porque las hay bastante más grandes», han indicado.

Este proyecto agrícola para el que se exigirá la presencia de arqueólogos abarca 7,2 hectáreas, en las que se plantarán 2.005 almendros que se sumarán a los casi 2.400 ya existentes en parcelas colindantes de los mismos propietarios.

Curiosamente, para plantar los almendros, los promotores se han encontrado con más exigencias en materia arqueológica que de aguas. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no ha puesto reparo alguno a utilizar aguas subterráneas para garantizar a esa futura plantación el agua de riego que necesitará -por goteo-, a razón de casi 300 litros por árbol y año.

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