Sociedad

La sequía se agrava en Aragón día a día: ríos y embalses en mínimos

Los pantanos de la margen derecha del Ebro, a tan solo el 30% de su capacidad

La Tranquera, en la comarca de Calatayud, ejemplo de embalse en situación crítica por falta de agua Fabián Simón

R. P.

La sequía se agrava en Aragón día a día . La falta de lluvias hace que cada vez sea más difícil la situación en amplias zonas de la cuenca del Ebro, con ríos y embalses en mínimos. En la margen derecha del Ebro, la situada en el lado sur del río, las reservas de agua siguen descendiendo de forma preocupante: entre todos sus embalses suman solo 191 hectómetros cúbicos, apenas el 30% de su capacidad total.

La campaña de riegos y el efecto del propio estío, unido a la ausencia de lluvias, hace que las reservas de los embalses sigan descendiendo de forma acusada. En la última semana, por ejemplo, la red de presas de la cuenca del Ebro ha periddo 239 hectómetros cúbicos en solo siete días.

Entre todos los pantanos de esta cuenca suman actualmente 3.900 hectómetros cúbicos de agua embalsada, casi 650 menos de los que tenían hace justo un año.

Los ríos notan también la sequía, incluso aquellos en los que hay embalses que ayudan a regular los caudales. El propio Ebro es un buen ejemplo de ello: a su paso por Zaragoza capital lleva tan solo 26 metros cúbicos por segundo, exactamente la mitad del agua que llevaba hace un año.

La situación es extrema en un buen número de embalses de la cuenca del Ebro que se encuentran ya por debajo del 15% de su capacidad. Entre ellos, el de La Tranquera, uno de los pantanos más importantes de la margen derecha del Ebro. Se encarga de regular el suministro de agua a los regadíos del extenso valle del Jalón y de abastecer a la ciudad de Calatayud. La Tranquera se encuentra actualmente bajo mínimos, a tan solo el 13% de su capacidad : esta presa, con capacidad para almacenar 82 hectómetros cúbicos de agua, aguanta actualmente con apenas 11.

La preocupación crece de cara al otoño y al invierno próximos: los embalses están con tan poca agua que, si no lloviera de forma abundante en los próximos meses, la campaña del año que viene podría ser crítica en no pocas zonas.

En el sector agrario las pérdidas se han multiplicado durante estos últimos meses. Aragón ha arbitrado ayudas especiales para los afectados, consistentes en la subvención de tipos de interés de créditos blandos concertados por la Administración autonómica con entidades financieras.

Desde el Gobierno aragonés se reconoce que la situación es crítica para un buen número de agricultores, sobre todo en comarcas «que ya estaban afectadas por la escasez de lluvias en la campaña anterior, a lo que se suman unas desfavorables circunstancias de los mercados agrícolas». Todo ello, indican desde el Ejecutivo autónomo, dibujan un negro panorama que «puede poner en riesgo la viabilidad de explotaciones agropecuarias en Aragón».

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