Zona del claustro de la catedral de Roda (Huesca) que acaba de ser restaurada
Zona del claustro de la catedral de Roda (Huesca) que acaba de ser restaurada
Cultura

Roda de Isábena: el pueblo más pequeño de España con una catedral

Acaba de completarse una nueva fase de restauración para devolver el esplendor original a este conjunto románico

Zaragoza Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En el corazón del Pirineo, en la comarca de la Ribagorza, se alza la catedral enclavada en el pueblo más pequeño de España. De hecho, hoy en día ni siquiera tiene la condición de municipio, sino que pertenece al término de Isábena. En Roda quedan apenas 60 habitantes.

La catedral de Roda de Isábena hunde sus raíces en las del propio Reino de Aragón. Fue levantada a partir de una iglesia carolingia, fruto de la influencia de los francos sobre esta zona del Pirineo aragonés.

En el siglo X, lo que hoy es esta pequeña población fue capital del Condado de la Ribagorza, uno de los que dio lugar al nacimiento del Reino de Aragón. Y ese mismo siglo se construyó la catedral de Roda de Isábena, que fue construida pocos años después en una de las incursiones de los musulmanes al mando de Almanzor y su saga.

Los cristianos levantaron después otra nueva catedral, pero a mediados del siglo XII Roda perdió su condición de sede episcopal y pasó a depender de los obispos de Lérida.

La catedral conserva su esplendor románico, recuperado durante sucesivas fases de restauración llevadas a cabo décadas atrás. Las obras siguen ahora en el claustro, que acaba de ver completada una fase de rehabilitación en la que se han invertido 78.759 euros.

Estos trabajos han sido contratados por el Gobierno aragonés y cofinanciados con fondos europeos, al amparo del programa FEDER Aragón 2014-2020, bajo el lema «Construyendo Europa desde Aragón».

El paso del tiempo y las sucesivas intervenciones llevaron a su deterioro, afectando especialmente a los sillares con epigrafías que componen el necrologio que decora todo el claustro y que lo convierte en un espacio histórico y cultural excepcional, según han informado fuentes del Gobierno regional.

Esta intervención ha durado casi tres meses y ha sido efectuada por la empresa Arte, Conservación y Restauración SL. (ARTYCO). La actuación se ha ejecutado siguiendo un proyecto redactado por el arquitecto y restaurador Fernando Guerra-Librero en marzo de 2014.

Esta fase de obras ha consistido en la restauración de toda la parte septentrional de este excepcional claustro románico. Gracias a ella se han recuperado las singulares epigrafías que componen el deteriorado necrologio que decora tanto este lateral del claustro como los tres restantes.

El Gobierno aragonés ha indicado que tiene previsto seguir ampliando la restauración del claustro durante los dos próximos años. «Constituye una de las partes más emblemáticas de este edificio declarado Bien de Interés Cultural desde 1924», han indicado desde la Consejería aragonesa de Cultura.

Ver los comentarios