Los pueblos ribereños del Ebro actuarán por lo penal si sufren nuevas riadas

Los pueblos aragoneses ribereños del Ebro actuarán por lo penal si vuelven a sufrir nuevas riadas sin que se hayan acometido las obras de protección de márgenes y limpieza de cauce que llevan años exigiendo y que disparan el riesgo de inundaciones en caso de crecidas.

Así lo ha anunciado la Asociación de Afectados por las Riadas de la Cuenca del Ebro (Asafre), que ha cargado contra la Administración por escudarse en la normativa medioambiental para no limpiar el cauce.

Desde hace años, esas limitaciones de protección ambiental son esgrimidas para justificar que no se lleven a cabo trabajos en profundidad de limpieza del cauce como los que se hacían antaño. Eso hace que la capacidad del cauce sea cada vez menor, y que hagan falta menos caudales para que se produzcan desbordamientos con pérdidas multimillonarias y, en ocasiones, poniendo también en riesgo cascos urbanos e incluso vidas, recuerdan desde Asafre.

La última gran riada se produjo hace dos años. Las pérdidas fueron muy cuantiosas y obligaron incluso a desalojar zonas habitadas. Asafre exigió entonces que se adoptaran las medidas administrativas que fueran necesarias para que una situación así no volviera a repetirse. Pero, dos años después, esta coordinadora insiste en que ni de lejos se han completado las obras que se anunciaron y que se necesitan para proteger a las tierras ribereñas.

«Si las medidas medioambientales ya se levantaron en 2015 para llevar a cabo obras de reparación, ¿por qué no puede volverse a hacer, terminar lo qeu se empezó y comenzar con lo que falta?», indican desde Asafre.

«No nos gustaría lamentar de nuevo más pérdidas humanas por culpa de que nadie haya hecho nada al respecto, a pesar de haberlo avisado», advierte el presidente de esta plataforma, Alfonso Barreras, quien recuerda los tres muertos que dejaron las inundaciones de hace un par de años.

Asafre ha asegurado que, si vuelven a darse inundaciones de efectos devastadores sin que se haya acometido la prevención necesaria en el cauce, actuarán por lo penal contra los responsables políticos.

Desde hace años se arrastra también un bloqueo al respecto por la disgregación de competencias entre administraciones: la Confederación Hidrográfica es competente en materia de conservación de cauces, pero no puede actuar libremente, porque queda condicionada a las normativas autonómicas sobre protección medioambiental.

A esto mismo ha aludido precisamente la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en una reciente respuesta que ha recibido Asafre tras dirigirse a ese organismo. En esa respuesta, la CHE indica que «son competencia de la Comisaría de Aguas las actuaciones de conservación de cauces de interés general y estas actuaciones se encuentran sujetas a los principios de conservación y protección del medio ambiente y restauración de la naturaleza, a unas prioridades de actuación en función de los medios económicos disponibles y a la autorización previa del órgano ambiental competente».

Esta respuesta ha irritado a Asafre, que ha expresado su hartazgo ante las continuas largas que reciben de las administraciones públicas cuando reclaman que, de una vez por todas, se actúe en la adecuación del cauce del Ebro por seguridad. «Llevar a cabo obras para evitar grandes daños en futuras avenidas debería ser una de las prioridades de las administraciones», afirman desde Asafre en tono quejoso.