Colectivos feministas y contra la violencia machista se han concentrado ante la escultura para repudiarla
Colectivos feministas y contra la violencia machista se han concentrado ante la escultura para repudiarla
Sociedad

La órbita de Podemos la lía en Zaragoza con una escultura sobre el maltrato

Las mujeres víctimas de malos tratos se sublevan contra la escultura «en su honor» que ha costado 18.000 euros

Zaragoza Actualizado: Guardar
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El gobierno municipal de Zaragoza, de la coalición ZEC (Podemos-IU), la ha liado en Zaragoza con una escultura que encargó, por 18.000 euros, para rendir homenaje a las mujeres maltratadas. Éstas se han levantado en protesta por la pieza, plantada desde hace días en la Plaza de San Juan de los Panetes de la capital aragonesa. Su diseño lo consideran indignante.

El equipo que dirige el alcalde Pedro Santisteve pretendía hacer de esta obra un elemento emblemático con el que concienciar contra el maltrato y en homenaje a quienes lo han sufrido y lo sufren. Sin embargo, lejos de conseguir el objetivo, ha desencadenado una ola de críticas que ahora se van a intentar capear a base de sobrecostes: con actuaciones de apaño para mantener la escultura, pero tratando de explicar mejor el mensaje que se quiere transmitir con ella.

El motivo de la disputa es el diseño en sí de esta obra realizada por el artista Fernando Clavo. Fue el ganador del concurso de ideas que convocó al efecto el Ayuntamiento zaragozano. Su propuesta se seleccionó de entre la veintena que se presentaron al concurso.

El jurado estaba integrado por técnicos y por políticos. Lo presidió el concejal de Cultura, Fernando Rivarés, de ZEC. Y el diseño que eligieron es lo que irrita a las maltratadas: muestra a una mujer arrodillada, con las manos en el rostro y la cabeza mirando al suelo.

«La imagen debería ser la de una mujer mirando hacia arriba, no de rodillas. Esta escultura no nos representa», dice Annete Merino, de la directiva de la asociación Somos+ contra la violencia machista. Su opinión resume el sentir de los colectivos feministas y contra los malos tratos, que incluso se han manifestado ante la escultura para mostrar su rechazo. El pasado lunes, por ejemplo, decenas de mujeres rodearon la escultura dándole la espalda y con carteles de protesta.

«No queremos que se nos muestre de rodillas», insisten desde estos colectivos de mujeres maltratadas. Se quejan de que ya se lo hicieron saber a los responsables municipales cuando se conoció el diseño que iban a elegir, pero de nada sirvieron sus reparos. De hecho, critican que los colectivos contra el maltrato no fueron llamados para participar en el jurado que seleccionó la obra.

El gobierno municipal de Santisteve dice ahora que va a buscar algún remiendo. Eso sí, dejando la escultura. Apuntan a que se está pensando en algún tipo de «instalación artística» que ayude a explicar mejor el mensaje.

A los colectivos contra el maltrato, sin embargo, no les convence el apaño que parece proponerse el gobierno municipal. Piden, lisa y llanamente, que se retire la escultura porque no hay manera de remediar la imagen que traslada: una mujer en actitud derrotada y que incluso se puede interpretar como avergonzada.

El gobierno de la órbita de Podemos pretendía que, tras colocar la escultura, su emplazamiento pasara a ser el punto de reunión de las protestas que tuvieran lugar contra los malos tratos y las que se suelen convocar tras algún crimen machista. Sin embargo, los colectivos de mujeres maltratadas han dejado claro que ni por asomo van a convertir esa escultura en punto de reunión. De momento, para lo que sí ha servido ha sido para que se den cita allí, pero para repudiar la escultura.

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