Sociedad

Máxima alerta en la ribera del Ebro: dos pueblos amenazados por la riada

A la inquietud por el casco urbano de Pina se ha sumado el peligro que atenaza también a Quinto

El agua ha alcanzado a numerosas xplotaciones agropecuarias y casas de campo Fabián Simón

R. Pérez

La rotura de una de las motas que tratan de contener a las aguas del Ebro a la altura de Quinto (Zaragoza) ha disparado la inquietud en esta localidad zaragozana, cuyo casco urbano ha pasado a estar amenazado por la gran crecida que este lunes atraviesa esa zona con más de 200 metros cúbicos por segundo. El caudal se mantendrá en esos niveles durante horas.

Hasta ahora la máxima preocupación se centraba en Pina, municipio zaragozano de unos 2.400 habitantes que el domingo incluso llevó a cabo un simulacro de evacuación total en previsión de que tuviera que tomarse esa medida si empeoraba la situación.

Pina es tradicionalmente la localidad más expuesta a un riesgo de inundación urbana provocada por el Ebro. Pero esta amenaza se ha trasladado también a Quinto -2.000 habitantes- al haberse roto una de las márgenes de contención que dan seguridad hiráulica al pueblo.

Pese a ello, el consejero de Presidencia del Gobierno aragonés, Vicente Guillén, envió este lunes un mensaje de tranquilidad a la población . En declaraciones a la radio autonómica aragonesa, Guillén destacó que sobre la zona hay desplegado un extenso operativo técnico y humano para hacer frente a este riesgo y acometer «las actuaciones que sean necesarias en aras a garantizar la máxima prioridad, que es evitar la inundación de cascos urbanos».

Pese al temor que existe, y a que «estamos en un nivel de alerta máxima» , se ha mostrado confiado en que las medidas que se están poniendo en práctica sean «suficientes» para que las aguas del Ebro no alcancen a los cascos urbanos de la Ribera Baja del Ebro, la situada entre Zaragoza capital y el embalse de Mequinenza -límite con Cataluña-.

El domingo, las autoridades autonómicas decidieron concentrar en la zona de Pina de Ebro todo el dispositivo que desde la semana pasada se ha desplegado para hacer frente a la riada: 300 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, con abundante maquinaria de obras y equipos de ingeniería, y otros 200 efectivos de diversos cuerpos y unidades del Gobierno aragonés, Protección Civil, Diputación de Zaragoza y cuerpos de seguridad.

Este martes se espera dar por finalizado este episodio de inundaciones que ha azotado a las riberas navarra y aragonesa del Ebro. Comenzó el pasado jueves y ha dejado un balance provisional de más de 15.000 hectáreas inundadas , con pérdidas multimillonarias en el sector agropecuario que habrá que evaluar en los próximos días y semanas. La evaluación no será sencilla, ya que hay que esperar a que el agua desaparezca del terreno y se pueda entrar a inspeccionar el estado de los campos, granjas e infraestructuras agropecuarias.

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