Una entrenadora pacta con el fiscal para evitar la cárcel tras seducir a una menor

Una entrenadora de gimnasia rítmica ha pactado con el fiscal para evitar la cárcel tras haber mantenido relaciones sexuales y sentimentales durante meses con una de las niñas a la que entrenaba en Zaragoza. La pequeña tenía por entonces 13 años, y la entrenadora 23. Las relaciones se mantuvieron entre diciembre de 2015 y mayo de 2016.

Fueron los padres de la menor las que descubrieron la relación que había entablado con su hija la entrenadora del grupo de gimnasia al que llevaban a su hija. Intentaron poner fin a esa relación de inmediato, pero al ver que el vínculo se prolongaba, denunciaron a la entrenadora.

Durante el juicio se ha alegado que estaba probado que las relaciones fueron consentidas por la menor de edad. Y la Fiscalía, que inicialmente pedía 11 años de prisión contra la acusada, ha acabado rebajando su condena a cambio de una sentencia aceptada por la imputada y acordada entre el fiscal y el abogado defensor. A la entrenadora se le ha impuesto finalmente una pena de dos años de prisión, lo que le permitirá no ingresar en la cárcel.

Para esa drástica rebaja de la pena -respecto a la que se solicitaba inicialmente- la Fiscalía ha tenido en cuenta que la acusada había adelantado la mitad de los 12.000 euros de indemnización que se le han impuesto. Además, se ha aceptado también la aplicación de una excepcionalidad recogida en el propio Código Penal, que atenúa las penas en caso de que las relaciones sexuales con menores de 16 años sean consentidas y que el adulto sea «una persona próxima por edad y grado de desarrollo o madurez» con el menor con el que mantiene esas relaciones.

Al final, la sentencia pactada apunta que no había gran distancia de madurez y edad entre la menor y la entrenadora, de 13 y 23 años de edad en aquel momento. Durante el juicio se aportaron los mensajes que se cruzaban con sus teléfonos móviles, en los que ambas se reconocían mutuamente como novias.

Ademas de los dos años de prisión y el abono de 12.000 euros de indemnización, la acusada ha sido condenada a no mantener contacto ni acercarse a menos de 100 metros de la menor durante cuatro años.