Los embalses están siendo utilizados para retener caudales y amortiguar las crecidas. En la imagen, Yesa
Los embalses están siendo utilizados para retener caudales y amortiguar las crecidas. En la imagen, Yesa - Fabián Simón
Sociedad

Las intensas lluvias amenazan con provocar nuevas inundaciones en Aragón

La situación más preocupante se da en el río Gállego, que ha multiplicado por 60 su caudal en solo diez horas

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Las intensas lluvias que están descargando con intensidad sobre Aragón desde el martes amenazan con provocar nuevas inundaciones. La situación más preocupante se da en el río Gállego, que ha multiplicado por 60 su caudal en apenas diez horas. El Gállego desemboca en el Ebro en Zaragoza capital.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha intensificado su sistema de vigilancia de caudales ante las fuertes crecidas que se han producido en gran parte de los afluentes del Ebro en Aragón. Además, desde el martes está coordinando su red de embalses para amortiguar las crecidas en aquellos ríos que están regulados mediante presas.

Esto ha provocado también un fuerte aumento del agua embalsada. Por ejemplo, en la presa de Yesa (río Aragón) se han recogido 15 hectométros cúbicos (hm3) de agua en solo 36 horas -y sigue reteniendo caudales; en el embalse de Mediano (río Cinca) e han recogido 45 hectómetros cúbicos; y en el de Barasona 15 hectómetros cúbicos.

La crecida que están registrando numerosos de los afluentes aragoneses del Ebro sigue avanzando. Se da por hecho que irá a más en las próximas horas. Las más significativas se están produciendo en los ríos de las cuencas del Aragón, Arbas, Gállego y Alcanadre.

En alguno de estos casos, la CHE cree que es muy probable que se produzcan crecidas extraordinarias de caudal, aunque las previsiones aún son inciertas porque sigue lloviendo y no se puede determinar con exactitud cuál será su alcance final.

Lo que ya se da por hecho es que los efectos de estas riadas se sentirán claramente en el río Gállego. A su paso por la localidad de Ardisa (Zaragoza), su caudal a media tarde de este miércoles superaba los 260 metros cúbicos por segundo, cuando a de madrugada no alcanzaba los 5 metros cúbicos por segundo. El nivel del río Gállego a su paso por Ardisa ha pasado, en esas diez horas, de menos de medio metro a casi tres metros.

A las lluvias se les han unido las nevadas que están descargando en las cumbres del Pirineo, situación que unida a la lluvia coadyuva a que se desencadenen crecidas.

Hartazgo en los pueblos ribereños del Ebro

De momento, la situación en el Ebro se mantiene estable y dentro de la normalidad, pero está por ver el efecto que tienen en este río las crecidas que están regsitrándo sus afluentes. Todo esto cuando, según denunció la semana pasada la Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro (Asafre), que agrupa a los ayuntamientos de pueblos ribereños, denunció que todavía no se han realizado las obras de reparación y defensa de márgenes que los gobiernos central y autonómico anunciaron tras la devastadora riada que se produjo hace casi dos años.

Asafre anunció la semana pasada del alto riesgo de nuevas inundaciones en caso de que se produjeran episodios de lluvias intensas.

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