A la cárcel por ocultar a su pareja que tenía el VIH y no usar protección

Ocultar a la pareja que tiene el virus del Sida, no usar protección en las relaciones sexuales y acabar contagiándoselo es un delito penado con años de cárcel y cuantiosa indemnización. Así lo ha determinado el Tribunal Supremo, que acaba de ratificar una sentencia dictada hace seis meses por la Audiencia de Zaragoza. En ella condenó a un hombre, Pedro Lostal, a nueve años de prisión y a indemnizar a su expareja con 200.000 euros por haberle contagiado el VIH.

La víctima fue una joven rusa afincada en la localidad turolense de Caudé, que inició una relación con este hombre tras haber entablado contacto por internet.

Ambos acabaron siendo pareja. Empezaron el noviazgo en enero de 2014 y cuatro meses después se fueron a vivir juntos.

Cuando llevaban medio año de convivencia, un día la joven acudió a donar sangre y fue entonces cuando se enteró de que era portadora del VIH.

Fue entonces cuando descubrió que él le había ocultado que era seropositivo. Y que, pese a saberlo, había mantenido relaciones sexuales con ella sin protección.

Durante el juicio, Pedro Lostal reconoció que le habían detectado el VIH en el año 2009. Pero, como argumento defensivo, afirmó que no se le había manifestado la enfermedad y que eso le hizo pensar que tampoco podía contagiar el virus del Sida.

El argumento no resultó creíble para la Audiencia de Zaragoza y ahora tampoco lo ha sido para el Tribunal Supremo, que ha ratificado íntegramente la condena que se le impuso en octubre del año pasado.

La sentencia considera que el hombre era perfecto conocedor de «los mecanismos de transmisión» del VIH y también de «las medidas preventivas» para evitar contagiarlo. Y determina igualmente que le ha ocasionado muy graves daños físicos y morales a la mujer a la que le transmitió esta enfermedad.