La autopsia revela la brutalidad de las heridas que sufrió Naiara, la niña asesinada por su tío en Huesca

El documento de los forenses destaca la presencia de múltiples hematomas en el cuerpo de la niña, tanto en el tórax como en el abdomen y las extremidades inferiores y superiores

Mariela Alejandra Benítez, madre de Naiara, la niña de 8 años asesinada en Sabiñánigo EFE

EFE

La autopsia hecha a Naiara, la niña de 8 años muerta en Sabiñánigo (Huesca) el pasado mes de julio tras sufrir una paliza a manos de su tío político, revela la brutalidad de las heridas que sufrió a lo largo de un periodo de entre 24 y 48 horas antes de fallecer.

El documento de los forenses, al que ha tenido acceso Efe, destaca la presencia de múltiples hematomas en el cuerpo de la niña , tanto en el tórax como en el abdomen y las extremidades inferiores y superiores, pero también en las rodillas e incluso en las plantas de los pies.

Destacan los peritos la especial gravedad del traumatismo craneoencefálico sufrido , con afectación a la estructura de la masa cerebral, los grandes hematomas existentes en la cara de la joven Naiara, y las tumefacciones en sus labios.

Una muerte de naturaleza violenta , concluyen los forenses, con la presencia de lesiones compatibles con una sujeción mecánica forzada de muñecas y tobillos, con heridas en varias fases de evolución a lo largo de una secuencia temporal de 24 a 48 horas y un grave traumatismo craneal desencadenante del fallecimiento.

El informe forense acentúa la brutalidad de las lesiones referidas por el tío político, Iván P.P. , en su comparecencia ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Jaca tras su detención como presunto responsable de un delito de asesinato.

En su relato, el procesado admitió haber «castigado» a la niña durante más de 24 horas por no «saberse las lecciones», obligándole a estar de rodillas de forma continúa, golpeándole con fuerza en las distintas partes del cuerpo e, incluso, aplicándole descargas eléctricas con una raqueta manipulada.

La juez ordenó el ingreso en prisión del acusado y encausó tanto a la abuelastra de la menor, en cuya casa habitaba desde unos días antes a su muerte, como a su actual padrastro por un presunto delito continuado de maltrato.

A tenor de todas las pruebas instruidas, el fiscal, en un escrito dirigido hace unos días al juzgado, ha solicitado la imputación de la abuelastra y del padrastro de la niña por los delitos de violencia psíquica y física habitual en el ámbito familiar y contra la integridad moral y torturas.

La implicación de la abuelastra se deriva de un informe elaborado por dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón sobre las dos primas menores de Naiara, forzadas por el detenido a tomar parte en el «castigo» a la víctima.

Las dos especialistas responsabilizan de la situación a la abuela, cuyo estilo parental —destacan en su informe— tendió de forma continua y habitual al autoritarismo con sus hijos y sus nietas.

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