Alarma en la provincia de Teruel por el anuncio de cierre de la térmica de Andorra

La comarca turolense de Andorra, y por extensión gran parte de esta provincia, teme el cierre de la central térmica de esa localidad, de la que dependen directamente unos 600 empleos, y a los que se añaden mucho más en la zona si se tiene en cuenta que la actividad de la planta irradia sus efectos a toda la economía de la comrca.

En las últimas horas ha trascendido el plan diseñado por la energética italiana Enel -propietaria de Endesa y de la que depende la térmica de Andorra- para su red de plantas térmicas que tiene en españa. Según esas informaciones, Enel habría decidido mantener tres de esas plantas, pero cerrar la de Andorra y la situada en la localidad leonesa de Compostilla.

Ambos cierres se consumarían en julio del año 2020.

Organizaciones sindicales y agentes públicos de la zona de Andorra ya han advertido que, de hacerse efectivo ese cierre, el golpe socioeconómico para gran parte de la provincia de Teruel sería tremendo.

El secretario provincial de UGT Teruel, Alejo Galve, ha reclamado que el Gobierno central y el aragonés se movilicen «de inmediato» para frenar ese anunciado cierre de la térmica de Andorra, porque de consumarse sería «un golpe tremendo, un desastre y la ruina económica no solo para la comarca de Andorra sino para media provincia de Teruel».

Al parecer, Enel habría decidido prescindir de la central de Andorra para evitarse los alrededor de 200 millones de euros que necesitaría su adaptación y modernización para hacerla viable a medio plazo.

«Si se cierra la central térmica, el desastre sería tremendo para la comarca de Andorra, desaparecería una comarca entera», ha insistido Alejo Galve, porque «todo la actividad de esta parte de la provincia de Teruel está ligada a la térmica y, al final, si se pierden estas instalaciones todo lo demás irá en cadena», se hundirá el empleo, la población y la actividad económica en su conjunto, incluida la de los servicios públicos. En este sentido, ha recordado la importante cantidad de fondos que anualmente ingresa el Ayuntamiento de Andorra por la tributación de la térmica de Andorra.

Alejo Galve ha insistido en que «el Gobierno central y el aragonés deben movilizarse de inmediato para buscar alternativas», bien intentando evitar el cierre o, de lo contrario, buscando urgentemente otras actividades empresariales para la zona que permitan paliar la destrucción de empleo que supondría la clausura de la térmica.