Las diligencias por el crimen se siguen en los juzgados de Jaca (en la imagen)
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Sucesos

La abuela de la niña asesinada en Sabiñánigo pierde la custodia de dos nietas

La Fiscalía ha pedido que se le suspendiera y han pasado a depender de los servicios sociales de la Comunidad autónoma

Zaragoza Actualizado: Guardar
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La abuela de la niña asesinada en Sabiñánigo ha perdido la custodia de dos nietas carnales que tenia a su cargo, fruto de una hija suya. Según han informado fuentes relacionadas con el caso, la Fiscalía reclamó esta medida cautelar, de forma que ahora esas dos menores de edad -de 12 y 15 años- pasan a estar bajo la intervención de los servicios sociales de la Comunidad autónoma.

La niña asesinada, Naiara, de 8 años, no era nieta carnal de esta mujer. Era fruto de una relación anterior que había mantenido la actual pareja de uno de sus hijos, una inmigrante argentina que lleva años afincada en Sabiñánigo y que rehizo su vida con un hermano del ahora detenido por el asesinato de Naiara.

La pequeña solía acudir con frecuencia a casa de su abuelastra, tanto para estar a su cuidado como para jugar con las dos sobrinas de su padrastro que la abuela tenía a su cargo y que convivían con ella y con uno de sus hijos, el asesino confeso de Naiara, Iván Pardo, de 33 años. Pese a negar inicialmente el crimen, después acabó confesando que agredió a la niña y que la sometió a castigos físicos de forma prolongada .

Esas dos sobrinas carnales de Iván Pardo estaban a cargo de la abuela desde hace tiempo. Son fruto del matrimonio de otra hija de esta mujer a la que, ahora, se le ha suspendido cautelarmente la custodia.

Ambas menores se encontraban en la vivienda cuando se produjo la mortal agresión de la que se ha confesado autor Iván Pardo -la abuela estaba fuera del piso-. El testimonio de esas dos niñas de 12 y 15 años parece haber sido clave para que la Guardia Civil haya reconstruido los hechos. Según ha trascendido, apuntaron a que él se encerró con la niña en una habitación a modo de castigo porque, a juicio del acusado, la pequeña se estaba portando mal. Horas después, los servicios sanitarios de emergencias acudían al domicilio y se encontraban a la niña en estado crítico. Presentaba heridas en diversas partes de su cuerpo, la más grave un fuerte traumatismo craneal que le acabó segando la vida a Naiara.

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