JpC y ERC vuelven a la senda de la unilateralidad animados por la CUP

El Gobierno y la Fiscalía estudian posibles medidas legales contra la Mesa del Parlament

Reunión de portavoces en el Parlament de Cataluña EFE

DANIEL TERCERO

«Estamos ante el primer delito de la nueva Mesa. Ni Forcadell se atrevió a tanto, si exceptuamos los hechos de septiembre y octubre pasados». Así resumen para ABC fuentes del Parlamento de Cataluña la reunión de la Mesa, celebrada ayer, que dio su visto bueno a las enmiendas de la CUP a un texto de Junts per Catalunya (JpC) con la que «reiteran» la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017 y «la proclamación de Cataluña como un Estado independiente en forma de República».

Los representantes de Ciudadanos (Cs) y del PSC en la Mesa votaron en contra de admitir a trámite estas enmiendas ya que, desde su punto de vista, no caben dentro de la legalidad tal y como ha fijado el Tribunal Constitucional (TC) en diversas sentencias; pero la mayoría independentista formada por los diputados de JpC y ERC, con Roger Torrent (ERC), presidente del Parlament, a la cabeza, hizo caso omiso de las advertencias de socialistas y liberales y decidieron tirar adelante con las enmiendas de la CUP, que se votarán hoy en el pleno que empieza a las 10.00 horas.

Además, los cantos de sirena que situaban a Torrent dentro de un ala moderada del secesionismo ayer se quedaron sin argumentos, definitivamente. Al desplante al Rey en el Mobile World Congress y el discurso en el Colegio de Abogados de Barcelona , Torrent sumó ayer un desafío al Estado de Derecho, ya que la admisión a trámite de las enmiendas de la CUP cuentan con «la advertencia de inconstitucionalidad» efectuada por los letrados del Parlament en la reunión de la Mesa. Una «advertencia» que tiene el mismo valor jurídico que un informe por escrito y que figurará en el acta de la reunión de la Mesa.

«Censurar la actividad»

La propuesta de resolución de JpC propone «ratificar la confianza en Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat » y realiza un relato político de lo sucedido en los últimos meses en Cataluña. Un texto que para la CUP no es suficiente, por «autonomista», por lo que registró varias enmiendas para subir el tono secesionista, unilateral, y la presión sobre JpC y ERC.

Estas enmiendas, en caso de aprobarse, confirmarían todo el proceso unilateral y serían un reconocimiento al referéndum ilegal del 1-O y, por lo tanto, la constatación de que Cataluña es «un Estado independiente en forma de República», tal y como se votó el 27 de octubre en el Parlament.

Tras la reunión de la Mesa -que fue «dura» y «tensa», según varias fuentes consultadas por ABC-, el PSC y el PP registraron dos reconsideraciones (Cs hará lo propio esta misma mañana ) para que la Mesa (que se reunirá una hora antes del pleno) cambie su decisión. Y el PSC, además, solicitó que se pida un informe a los servicios jurídicos del Parlament para que constaten la ilegalidad de las enmiendas.

El argumento de JpC y ERC para admitir a trámite las enmiendas de la CUP es el mismo que utilizaron en la anterior legislatura durante el proceso de desobediencia al Alto Tribunal : «El TC no puede censurar la actividad política del Parlament», se escuchó ayer en la reunión de la Mesa. Sin embargo, el PSC defiende -en base a una sentencia del TC de 1994, cuya posición ha reiterado el Alto Tribunal desde entonces- que la Mesa parlamentaria debe desestimar a trámite las proposiciones «contrarias a la Constitución o ajenas a las competencias atribuidas al ordenamiento en cuyo seno pretende integrarse».

En esta línea, fuentes de La Moncloa explicaron que los servicios jurídicos están estudiando las responsabilidades en que pudieran incurrir los miembros de la Mesa al admitir a trámite la enmiendas «por su carácter ilegal y contrario a la Constitución y el Estatuto de Cataluña», informa Mariano Calleja.

De la misma manera, la Fiscalía General del Estado advirtió en una nota que estudia iniciar acciones legales con «implicaciones penales» sobre los miembros de la Mesa del Parlament.

Presionados por las posibles consecuencias legales, en especial los diputados que están en fase de investigación ante el Tribunal Supremo, JpC y la CUP perfilaron anoche un texto que, según fuentes de JpC, podría no ser explícito en su defensa de la declaración de independencia. Sin embargo, la literalidad del texto acordado no se sabrá hasta minutos antes del pleno.

Por otro lado, ni Carles Puigdemont ni Toni Comín habían pedido al cierre de esta edición el voto delegado, por lo que la mayoría de JpC y ERC contará con 64 votos, uno menos que la suma de Cs, el PSC, CatComú-Podem y el PP. Los cuatro diputados de la CUP decidirán.

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