El vicepresidente del Gobierno balear, Biel Barceló
El vicepresidente del Gobierno balear, Biel Barceló - Joan Llado

El vicepresidente balear reconoce que fueron un «error político» las adjudicaciones «a dedo»

Podemos pide de manera implícita la dimisión de Biel Barceló, al considerar «insuficientes» sus explicaciones

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El vicepresidente del Gobierno balear y consejero de Turismo, el econacionalista de MÉS Biel Barceló, ha reconocido este miércoles que fue un «error político» que meses atrás altos cargos de su departamento hubieran adjudicado dos contratos sin concurso público al coordinador de la última campaña electoral de MÉS por Mallorca, Jaume Garau. «Lamento no haber sido consciente de esto antes», ha dicho Barceló.

Barceló ha comparecido esta mañana en la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlamento balear para dar explicaciones sobre este asunto. Tras negar que él mismo o MÉS hubieran dado algún tipo de instrucción para que se contratase a personas o a empresas concretas, Barceló ha señalado que al inicio de esta legislatura confiaba en que se cumpliría una «una regla no escrita basada en el seny y en el sentido común», según la cual Garau no se presentaría ni sería invitado para optar a las contrataciones que pudiera hacer el Govern.

«El error ha sido que esta regla no escrita no se ha cumplido», ha reconocido. Al mismo tiempo, Barceló ha indicado que en su momento le ofreció a Garau ser director general del Govern, opción que el estratega electoral de MÉS rechazó aduciendo que prefería seguir trabajando en el sector privado. En cualquier caso, Barceló le habría dicho a Garau entonces que sería «inconveniente» que su empresa optase a ser contratada por la Consejería de Turismo.

A la salida de la comparecencia parlamentaria, que ha sido especialmente tensa, Barceló se ha puesto a llorar, mientras al mismo tiempo se abrazaba a la diputada econacionalista Bel Busquets. A continuación, ha comparecido en la misma comisión el consejero de Medio Ambiente y Agricultura, Vicenç Vidal, también integrante de MÉS por Mallorca. Vidal ha señalado que el contrato menor que su departamento adjudicó a una de las empresas de Garau fue «perfectamente legal».

Seis contratos

Las adjudicaciones a través de contratos menores o de procedimientos negociados, coloquialmente denominadas «a dedo», son legales, pero en estos últimos años se están cuestionando cada vez más porque pueden encubrir presuntos favoritismos en beneficio de empresas concretas o en algunos casos incluso actuaciones supuestamente delictivas.

En ese contexto, La Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias informativas en relación al total de seis contratos «a dedo» otorgados a Garau en el primer tramo de esta legislatura, cinco por parte del Govern y uno por parte del Ayuntamiento de Palma. El montante total de dichas adjudicaciones ascendió a 154.360 euros.

Por lo que respecta a las consecuencias políticas derivadas de esas contrataciones hoy bajo sospecha, la presidenta del Gobierno balear, la socialista Francina Armengol, forzó el pasado 31 de marzo la dimisión de la hasta entonces consejera de Transparencia y Cultura, Ruth Mateu, de MÉS por Menorca. El cese de Mateu no fue bien recibido por los econacionalistas menorquines, que ese mismo día anunciaron su salida del Govern. De ese modo, expresaron su malestar con sus compañeros de MÉS por Mallorca y con el PSOE, al considerar que, de manera injusta, habrían hecho recaer toda la responsabilidad sobre el asunto de las adjudicaciones sospechosas en Mateu.

Tras varios días de tensión entre el PSOE, MÉS por Mallorca y MÉS por Menorca, el pasado viernes el Consejo de Gobierno acordó dividir la antigua Consejería de Transparencia y Cultura, para intentar zanjar la actual crisis política interna. Así, Transparencia ha pasado a formar parte de la Consejería de Presidencia, que dirige la socialista Pilar Costa. En cuanto a la Consejería de Cultura, que será también de Participación y Deportes, ha pasado a ser gestionada por una independiente, Fanny Tur, próxima a MÉS.

Peticiones de dimisión

Las explicaciones ofrecidas este miércoles por Barceló y por Vidal no han convencido ni a la oposición ni a Podemos, partido que presta su apoyo externo al Ejecutivo de Armengol. En ese sentido, el líder de la formación morada en Baleares, Alberto Jarabo, ha pedido de manera implícita al vicepresidente que dimita, en concreto, le ha dicho que asuma «más responsabilidades» en relación a la polémica por las citadas adjudicaciones a Garau. Jarabo ha considerado insuficientes las explicaciones dadas por Barceló, al entender que seguiría existiendo una «sombra» de sospecha sobre el dirigente de MÉS que «oscurecerá al Govern y oscurecerá a las fuerzas progresistas».

La posición crítica de Podemos con respecto a Barceló ha creado un profundo malestar en MÉS. Así, el portavoz de los econacionalistas, David Abril, le ha recordado a Jarabo, en un tono recriminatorio, el perfil bajo que MÉS habría mantenido durante la crisis interna vivida por la formación morada meses atrás, cuando dos de sus diputadas, Xelo Huertas y Montserrat Seijas, fueron expulsadas de Podemos por un presunto incumplimiento del código ético del partido.

Por su parte, el diputado del PP Antonio Gómez también ha pedido la dimisión de Barceló. Gómez ha señalado que en el caso de las contrataciones a Garau existiría una supuesta «trama» vinculada a la financiación de la campaña electoral de MÉS en los comicios autonómicos de mayo de 2015. En la misma línea crítica se ha pronunciado el diputado de Proposta per les Illes (PI) Josep Melià, quien le ha preguntado a Barceló si consideraba «coherente» que el responsable de un Consejería «reconozca que hay un error político en su gestión y ello no tenga ninguna consecuencia».

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