La familia Pujol en una imagen de 1979, apenas un año antes de que accediera a la Generalitat
La familia Pujol en una imagen de 1979, apenas un año antes de que accediera a la Generalitat

El viacrucis judicial del «clan Pujol»

Jordi Pujol Ferrusola ha sido el primer miembro de la familia en ser enviado a prisión, tres años después de la confesión del expresidente de la Generalitat en julio de 2014, que desató el desfile de los Pujol por los tribunales

Madrid Actualizado: Guardar
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El juez José de la Mata ha tomado este martes una decisión sin precedentes en la historia judicial del «clan Pujol» y, por primera vez, ha enviado a prisión incondicional y sin fianza a uno de ellos, Jordi Pujol Ferrusola, primogénito y supuesto organizador y distribuidor del dinero oculto de la familia.

Lo ha hecho tras volver a tomarle declaración al apreciar que hay riesgo de destrucción de pruebas y que existe reiteración delictiva tras conocerse que ocultó 30 millones de euros a la justicia desde que se sabía investigado.

El mayor de los Pujol ha continuado desarrollando «toda clase de actividades contables, bancarias, contractuales y societarias, reconversión de operaciones, contratos de préstamo y reconocimientos de deudas» para «ocultarlos y ponerlos fuera del alcance de los tribunales», argumenta el juez en su auto.

Hasta el momento, él y Oleguer eran los únicos con medidas cautelares, pero se limitaban a comparecencias periódicas en el juzgado, retirada del pasaporte y prohibición de salir de España. Y ello pese a que tanto los padres como los siete hijos de la familia están siendo investigados por la justicia. Todos en la Audiencia Nacional por la fortuna oculta de Andorra y uno de ellos, Oriol, el único de los hijos que se dedicó a la política, además por corrupción en un juzgado de Barcelona.

«Una estrategia común»

El juez les achaca orquestar «una estrategia común» para ocultar en el Principado dinero de procedencia desconocida, y la Fiscalía nunca ha creído que ese dinero proceda de la herencia del abuelo Florenci, que, según su versión, les dejó 140 millones de pesetas que ellos aumentaron a 500 millones gracias a su buen hacer financiero. Por el contrario, sostiene que eran comisiones ilegales del periodo en que Jordi Pujol fue presidente catalán.

La investigación a toda la familia nació a raíz de Jordi Pujol Ferrusola, a quien se imputa falsedad documental, blanqueo y delito fiscal como «gestor» y «distribuidor» del dinero de Andorra.

Todo empezó en 2013 a raíz de la denuncia de su exnovia, que relató viajes que hizo con él al Principado con mochilas llenas de billetes de 500 euros. El juez ha afirmado que urdió un entramado societario internacional para blanquear dinero y que nunca ha sabido justificar de dónde salió la fortuna familiar de Andorra que manejó.

Jordi Pujol hijo ha defendido que cobró millones por trabajos no constatados en base a su labor de «comisionista» en diferentes negocios. El otro hermano sobre el que pesan medidas cautelares es Oleguer, benjamín de los Pujol, investigado por blanquear supuestamente el dinero de la familia en operaciones inmobiliarias, como la venta de oficinas del Santander en 2007 por 2.330 millones de euros.

La Fiscalía ha pedido prisión para él, pero el juez expuso que el hecho de que moviera millones a Miami en diciembre de 2015, cuando ya tenía las cuentas bloqueadas, no era prueba suficiente para encarcelarle.

El resto de los hermanos

Josep, Pere, Marta y Mireia también están imputados por mover y blanquear ese dinero, en tanto que Oriol, exdiputado de CiU y ex secretario general de CDC, ha sido el último en ser imputado en la Audiencia Nacional.

Pero además se enfrenta a 5 años y 2 meses de cárcel en Barcelona por su supuesta implicación en la trama de las ITV en Cataluña. La Fiscalía considera que se valió de su poder político para favorecer a un empresario, amigo íntimo, que le pagó comisiones a través de su esposa.

En el origen de todo, Jordi Pujol i Soley, presidente de la Generalitat de 1980 a 2003, que en julio de 2014 anunció en un comunicado que su familia había regularizado días antes unos fondos en el extranjero relacionados con la herencia de su padre, y pidió «perdón» por el «error» cometido en la gestión de ese legado.

En la Audiencia Nacional, se aferró a la versión de la herencia para justificar la fortuna del clan familiar en Andorra, como ya hizo en el juzgado de Barcelona y en la comisión de investigación del Parlament catalán. Y su mujer, Marta Ferrusola, que tiene el mismo recorrido judicial que su marido, siempre se ha acogido a su derecho a no declarar.

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