Aficionados del Barcelona en el Camp Nou, durante la pitada al himno
Aficionados del Barcelona en el Camp Nou, durante la pitada al himno - INÉS BAUCELLS

El único investigado por la pitada al himno de España dice que se hubiera producido igual sin promoverla

La Fiscalía de la Audiencia Nacional atribuye a Espot un delito de injurias a la Corona por convocar la pitada

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El único investigado por la pitada al himno de España en la final de la Copa del Rey de 2015, Santiago Espot, ha calificado la causa de «absolutamente politizada» y ha defendido su derecho a la libertad de expresión, a pesar del choque que genera con la protección a los símbolos del Estado y al jefe del Estado, el Rey. Espot, quien se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez, ha asegurado que la pitada se hubiera producido sin que la plataforma que preside, Catalunya Acció, hubiera hecho un llamamiento en las redes sociales.

«Resulta sorprendente que la Fiscalía haya recurrido el archivo alegando que el ambiente institucional de Cataluña en 2015 era diferente que en 2009, cuando se archivó una causa similar», ha expresado a los medios Espot, quien ha explicado que ese clima político llegó tras «unas elecciones libres que nadie ha impugnado».

La Fiscalía atribuye a Espot un delito de injurias a la Corona por planificar la masiva pitada en un momento de máxima publicidad, en la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic Club de Bilbao, en la que vencieron los azulgrana por tres goles a uno. El Ministerio Público argumenta que Catalunya Acció movilizó a la gente con su convocatoria en las redes sociales y contribuyó al acto con el reparto de silbatos a las afueras del recinto deportivo.

Su declaración, prevista para el lunes de la semana pasada, se aplazó porque no pudo preparar su defensa al no haber podido acceder al sumario del caso. «Si somos 4 podemos protestar, si somos 40 ya no podemos protestar», ha añadido Espot, quien ha expresado que su plataforma se limitó a expresar «una lectura política» de la pitada.

Aunque no declaró la semana pasada, Espot atendió a los medios de comunicación presentes, defendió que la acción «fue una muestra de antiespañolidad» y dejó claro que volverían a repetirlo si se present una ocasión similar. La pitada se convocó a favor de la independencia y en contra de lo que consideraron símbolos españoles. El juez cerró la investigación al no apreciar delitos.

La Sala de lo Penal reabrió la causa, archivada por el juez, al aceptar el recurso de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, quien considera que los hechos pueden constituir los delitos de injurias al Rey y a los símbolos o emblemas de España. Los jueces argumentan que la estruendosa pitada fue planificada «aprovechando una ocasión en la que la publicidad potenciaba el deseo de menospreciar a España».

Los magistrados también tuvieron en cuenta el clima político que envolvía España en 2015, «muy diferente» al de 2009, cuando también se investigó la pitada al himno en una final entre ambos equipos. Aquella causa fue archivada por el juez Santiago Pedraz, cuyo precedente fue citado por el juez Andreu para cerrar la actual.

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