Martínez, Olivera y Fernández Díaz en el nombramiento del segundo como director del CITCO
Martínez, Olivera y Fernández Díaz en el nombramiento del segundo como director del CITCO - EFE

Tensión en Interior por el nombramiento del número 2 de la Policía

El nombre del elegido dará la clave sobre el equilibrio de poder en ese departamento

Madrid Actualizado: Guardar
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El nombramiento del nuevo número 2 de la Policía se ha convertido en una lucha de poder dentro del Ministerio del Interior, especialmente ahora que se da por segura la salida de Jorge Fernández Díaz al frente del mismo una vez que se forme nuevo gobierno. El actual responsable del departamento ha quedado seriamente afectado por la divulgación de sus conversaciones con el exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, y su margen de maniobra, en consecuencia, es menor que antes.

En estas circunstancias, el nombramiento del nuevo director Adjunto de la (DAO) de la Policía, tras la jubilación del comisario principal Eugenio Pino, es considerado desde distintos sectores del ministerio como la primera prueba de cuál es el nuevo equilibrio de poderes en el Departamento.

A nadie se le escapa que para el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, la persona idónea para ocupar esa responsabilidad es el comisario principal y actual jefe del CITCO José Luis Olivera, un hombre de su absoluta confianza y del que considera que está avalado por su trabajo en sus actuales responsabilidades.

El nombramiento de Olivera parecía cantado hace solo un par de semanas, hasta que se conoció el escándalo de las grabaciones. El comisario, que según algunas fuentes esperó a presentarse para el cargo a obtener las garantías de que iba a ser elegido —también pudo valorar que en caso de cambio de gobierno él mantiene buenas relaciones con personas influyentes del PSOE que podrían apoyarle igualmente para seguir en el puesto—, ha visto ahora cómo su situación no está ni mucho menos clara.

Amistades peligrosas

En su contra juega especialmente que, aunque de un modo más tangencial que Pino y otros mandos policiales del entorno de éste, ha participado también en la fracasada estrategia policial contra el secesionismo catalán. Particularmente chirrían sus buenas relaciones con el polémico comisario ya jubilado José Villarejo, que cuenta con un millonario emporio empresarial y que el próximo miércoles declarará como investigado ante el juez que instruye el caso del «Pequeño Nicolás».

Villarejo se ha permitido el lujo, sin recibir sanción alguna por parte de los responsables del Ministerio del Interior, de interponer una delirante denuncia en la que situaba a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, al frente de una organización criminal. Naturalmente, aquello fue rechazado de plano y de inmediato por la autoridad judicial, pero la falta de respuesta de la cúpula ministerial ante una actuación como ésta de este funcionario —en una ocasión el ministro llegó a alabarle por sus supuestos servicios a España—, aumentó la leyenda de que sabía lo suficiente de muchos como para ser «intocable».

El actual director del CITCO no es el mejor visto en amplios sectores de la Dirección General de la Policía, que prefieren un perfil con menos aristas para el cargo. No obstante, se le reconoce su inteligencia, su habilidad, y sus éxitos en los puestos que ha tenido, entre otros el de jefe de la UDEF que puso en marcha la Gürtel, que tantos dolores de cabeza ha dado al PP.

La alternativa a Olivera sería Antonio Rodríguez, hasta ahora subdirector egneral de Recursos Humanos y de la confianza del director general de la Policía, Ignacio Cosidó. Éste se ha mantenido al margen de las maniobras en Interior respecto a Cataluña y de forma voluntaria ha querido evitar cualquier relación con mandos policiales de perfil inquietante como el ya citado Villarejo. Lo que antes era una clara marginación en esa línea estratégica del ministerio se ha convertido ahora, paradójicamente, en una de sus mayores fortalezas.

El DAO se sabrá esta semana

Rodríguez, que ha asumido interinamente las funciones de DAO tras la jubilación de Pino, es un hombre especializado en la gestión con poco bagaje operativo. Sin embargo, es bien visto en muchos sectores de la Policía en los que se considera que hay que afrontar una etapa de tranquilidad tras las turbulencias vividas en el Cuerpo.

Esta es la primera vez que se saca a concurso la plaza de DAO de la Policía, a la que se han presentado 14 comisarios principales. Sin embargo, se trata de un cargo de libre designación y la única novedad es que ahora el elegido tiene que haberse presentado para ocupar esa plaza. Aunque no hay fecha para resolver el concurso y hacer el nombramiento, las fuentes consultadas creen que se hará esta misma semana.

Mientras tanto, el final de etapa en el Ministerio del Interior ha dado paso a todo tipo de quinielas en las Fuerzas de Seguridad sobre quién sustituirá a Fernández Díaz en caso de que Rajoy logre formar gobierno. En muchos sectores del ministerio se echa de menos a Ana Pastor, que dejó un extraordinario recuerdo en la Casa en su estapa de subsecretaria y que es de la máxima confianza del presidente del Gobierno. Parece la persona idónea para hacer una renovación que si ante ere necesaria, ahora es imprescindible.

Otras fuentes sitúan a María Dolores de Cospedal como candidata. También de la máxima confianza de Rajoy, tiene buenos contactos en sectores de las Fuerzas de Seguridad. Incluso en algunos de estos ambientes se presume de ello, lo que no la beneficia.

La tercera opción sería el nombramiento del secretario de Estado de Seguridad y diputado electo por Madrid, Francisco Martínez, lo que supondría la continuidad en el Ministerio del Interior.

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