Curri Valenzuela - Chispas

Susana, ni olvida ni perdona

Curri Valenzuela
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Le ha dicho a sus fieles que ni olvida ni perdona el trato disciplinario con el que Pedro Sánchez le ha obsequiado tras convertirse en secretario general al ganarle las primarias. Lo que sí va a hacer, asegura Susana Díaz, es esperar. De momento, callada. Sus órdenes al Partido Socialista de Andalucía que todavía controla son las de no ofrecer resistencia al nuevo líder: callar y aguardar a que se despeñe en las próximas elecciones generales. Y entonces, a ver qué pasa.

Las ocho minutos que duró la entrevista de Sánchez con Díaz no son para recordar como un ejemplo de integración en un partido desangrado por una pelea de varios meses. El secretario general se mostró frío y distante y, según la versión del encuentro proporcionada por ella, advirtió a su interlocutora que esperaba el acato a su liderazgo.

A cambio, le ofreció tranquilidad al frente del Partido Socialista de Andalucía.

Ni el uno ni la otra van a cumplir, seguramente, semejante acuerdo. Los pedristas no van a presentar candidato alternativo a Susana en el congreso regional convocado por esta apresuradamente después de perder las primarias. En cualquier caso ella podría ganar y así recuperar su imagen de vencedora, lo que no interesa para nada al nuevo líder.

Sin embargo, desde Ferraz van a mover los hilos de los congresos regionales andaluces, donde los partidarios de Sánchez pueden ganar para este el control de las federaciones de Málaga, Almería y Cádiz. Con este panorama, Díaz tendrá que aguantar hasta el final de su mandato, en el verano de 2020, para convocar elecciones. No está para aventuras. De momento anda dedicada a mejorar su imagen institucional, presidiendo actos como presidenta. Y a esperar.

A la lideresa andaluza le siguen apoyando los medios del grupo Prisa y los grandes empresarios que continúan mirando con aprensión los intentos del renacido líder socialista de aproximarse a Podemos. No hay ningún indicativo que haga prever que en las próximas elecciones generales Sánchez pueda mejorar sus pésimos resultados de convocatorias anteriores. Entonces llegará el momento de que Díaz y otros barones regionales desalojados de los órganos de dirección del PSOE puedan ajustar cuentas con ayuda de los poderosos que les apoyan. Una espera que puede beneficiar al PP andaluz si lleva a buen puerto su proyecto de desgastar a la presidenta regional haciendo notar la mala gestión de la Sanidad y la Educación de la Junta de Andalucía y los altos impuestos de esta región.

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