Fernando Martínez Dalmau, en la redacción de ABC
Fernando Martínez Dalmau, en la redacción de ABC - MALENA DELGADO
ENTREVISTA

«Mi socio le dio 3.000 euros a Bernad delante de mí y sin recibo»

Fernando Martínez Dalmau, empresario y exmiembro de Manos Limpias, desvela pagos en metálico al secretario general del sindicato

Madrid Actualizado: Guardar
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Fernando Martínez Dalmau fue durante diez años uno de los más estrechos colaboradores del secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad. Dedicó mucho tiempo y también dinero al sindicato, hasta que lo abandonó disconforme con la gestión de Bernad.

¿Manos Limpias se financia con las cuotas de sus afiliados?

No. La financiación ordinaria, las cuotas, no cubría ni una mínima parte de los gastos: secretaria, local, teléfonos, viajes... Con los afiliados no se llegaba. Por eso se iba a financiación extraordinaria.

¿En qué consiste esa financiación extraordinaria?

En las comidas con los donantes. Se hacían en un restaurante cada 30 o 40 días y allí se comprometían las aportaciones. Nos juntábamos hasta 30 personas.

¿En metálico?

Unas veces se daba en mano, otras por cuenta bancaria.

¿Usted ha sido testigo de entregas en metálico?

Sí. Un socio mío dio dinero en efectivo a Miguel en Quintana (la anterior sede del sindicato) estando yo presente. Y no estoy hablando de cien euros.

¿De cuánto estamos hablando? Los principales donantes hacían entregas de tres mil euros.

Sí. Fueron unos 3.000 euros.

¿Miguel Bernad hizo algún tipo de recibo o justificante?

No. Miguel cogió el dinero y dijo «muchas gracias». Me quedé sorprendido porque mi socio no me lo había comentado antes.

¿Siempre era Miguel Bernad quien recogía las donaciones?

Sí. El dinero se entregaba siempre a Miguel directamente.

¿Estas entregas se reflejan en la contabilidad de Manos Limpias?

No, porque no la hay, no hay balances de cuentas. Aquí hay un problema muy serio: hay que hacer unas asambleas, como marcan los estatutos, y hay que presentar unas cuentas, pero no se ha hecho. Se presentaba un acta en el registro y ya está, pero no se celebraban las asambleas. Es una dejadez tremenda. El control de todo era de Bernad. Nosotros colaborábamos, pero el control final era suyo.

¿Usted colaboró económicamente con Manos Limpias?

Sí. Después de que el sindicato ingresara los más de cien mil euros de los afectados de Afinsa (los hechos que actualmente investiga el Juzgado de Instrucción número 18 de Madrid), Miguel me pide un dinero y me dice textualmente que solo puede recurrir a mí. «Por favor, déjamelo», me dice. Y se lo dejo. Asegura que es para pagar deudas y gastos de Manos Limpias. Ahí es cuando empiezo a sospechar que algo está pasando, porque se acababa de ingresar mucho dinero. Tiempo después he visto que los más de cien mil euros de Afinsa se los han repartido Miguel y Virginia López y, entre tanto, me pedía a mí dinero... El caso de Afinsa es un choriceo puro y duro.

¿Usted cobró algo por el tiempo que dedicaba a Manos Limpias?

No, nunca. Nadie sacaba rédito económico de Manos Limpias, ni yo ni nadie. A lo sumo una comida de menú.

Miguel Bernad declaró en la Fiscalía que los más de 50.000 euros en metálico que entregó a la abogada Virginia López eran para el pago de honorarios...

Tengo pleno conocimiento de que nadie allí cobraba salvo la secretaria, que ese era su trabajo. Los demás lo hacíamos de forma desinteresada y altruista. Hay infinidad de abogados que han trabajado para Manos Limpias de forma desinteresada. Nunca han cobrado. Tú lo sabes porque conoces a varios y te lo han contado.

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