La diputada socialista Susana Sumelzo
La diputada socialista Susana Sumelzo - FABIÁN SIMÓN

Los «sanchistas» atizan la bronca interna en el PSOE

La diputada Sumelzo protagoniza un rifirrafe en público

Zaragoza Actualizado: Guardar
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El empeño del asturiano Javier Fernández por poner paz en el PSOE se está topando con un rosario de broncas internas atizadas por los «sanchistas». El rifirrafe ha llegado a convertirse en encontronazo público. Ocurrió ayer en Zaragoza, con la «sanchista» Susana Sumelzo como protagonista. Por segundo día, acudió a la mediática tribuna de invitados de las Cortes de Aragón, aprovechando que se celebraba el Debate sobre el estado de la Comunidad. En las filas socialistas que encabeza el líder regional del PSOE y presidente de Aragón, Javier Lambán, lo vieron como una provocación. Y ayer, en los pasillos de la Cámara, el senador aragonés del PSOE Juan José Rubio saltó al verse comprometido por las declaraciones que, a su vera, estaba haciendo Sumelzo a los periodistas.

Rubio le espetó un espontáneo «eres una sobrada», y Sumelzo exhibió públicamente su indignación.

Diputada en el Congreso, Sumelzo debe su carrera política a Lambán. Ambos son de Ejea de los Caballeros. Durante años, Lambán le dio cobijo laboral en puestos de confianza en la Diputación de Zaragoza. En 2008 la aupó al Senado, en 2011 le garantizó escaño en el Congreso, y luego la patrocinó para entrar en la ejecutiva federal del PSOE. Ahora, Sumelzo planta batalla a Lambán. La ejeana ha asumido el papel de ariete público en la estrategia de Sánchez para mantener viva la tensión interna, buscar díscolos en provincias y animar a la «rebelión» contra la disciplina de partido si éste decide abstenerse en la investidura de Rajoy.

También ayer, mientras la andaluza Susana Díaz llamaba a «arrimar el hombro» en torno a la gestora del PSOE, el líder del PSC, Miquel Iceta, insistía en que los socialistas catalanes se mantienen en el «no a Rajoy» diga lo que diga la cúpula del PSOE, porque en este caso consideran que la palabra la debe tener la militancia.

A la par, en Pontevedra saltaba otra trifulca: el líder provincial del partido, Santos Héctor, cargó contra Xoaquín Fernández Leiceaga por «autonombrarse» portavoz en el Parlamento gallego -Leiceaga contó con los favores de Pedro Sánchez-. Y, en tierras castellanas, la «sanchista» diputada por Palencia María Luz Martínez Seijo, cuestionaba la disciplina de partido al exigir al PSOE que respete las «distintas sensibilidades» cuando toque votar la investidura de Rajoy.

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