Sánchez sella un pacto con Rajoy que apacigua al PSOE

Compromete al PP a la reforma constitucional y apoyará a Rajoy si Puigdemont no rectifica

Pedro Sánchez, líder del PSOE, ante los medios JAIME GARCÍA
Víctor Ruiz de Almirón

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Después de todo lo que les ha separado y después de que las carreras de uno y otro se viesen cerca del final hace unos meses, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez escenificaron ayer un entendimiento que supone uno de los pactos más relevantes que PP y PSOE han alcanzado en los últimos años.

Tras meses de tensiones, de esfuerzos semánticos por evitar mencionar un apoyo explícito al Gobierno y mucho menos comprometer su apoyo a la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución , el líder del PSOE despachó con inusitada comodidad la decisión de su partido de «acompañar» al presidente del Gobierno «en su requerimiento» al presidente de la Generalitat , Carles Puigdemont. Ni siquiera se esforzó en tratar de ampararse en que el 155 todavía no se está desplegando en lo que a las medidas excepcionales se refiere, ya que preguntado por si consideraba que las palabras de Rajoy suponían su activación, Sánchez fue muy claro: «Sí, es evidente que se está activando».

Pero el trauma que se esperaba que para los socialistas iba a suponer apoyar al Gobierno en esta decisión no fue tal. Y no fue así porque Sánchez acordó con Rajoy acompañar ese anuncio con el acuerdo de los dos grandes partidos de abrir en 2018 el debate sobre la reforma constitucional . Lo acordado es que la comisión de estudio para modernizar el Estado Autonómico dure seis meses y que después se abra el debate de la reforma de la Carta Magna.

Con este doble acuerdo con el Gobierno, Sánchez logra contentar a todas las sensibilidades del partido, tanto a los que pedían una adhesión más firme con el Gobierno como a quienes reclamaban que el diálogo y el reformismo tenían que ser las banderas del partido. El líder del PSC, Miquel Iceta, lo celebraba así: «Pedro Sánchez consigue un acuerdo histórico: se abre la vía de la reforma constitucional. Con la ley para cambiar la ley». Todo estaba tan medido entre Sánchez y Rajoy que minutos antes el propio Iceta, cuyo partido proclamaba la pasada semana sus reticencias –«ni DUI, ni 155»– recibía con agrado las palabras de Rajoy: «Valoro mucho la prudencia y la mesura de la declaración de Mariano Rajoy . Espero que la respuesta a su requerimiento esté a la misma altura». Sánchez desveló ayer que el líder del PSC ha sido un confidente fundamental estos días. Fue la única persona a la que llamó en la noche del martes cuando cerraba con Rajoy los detalles del acuerdo y la puesta en escena del día siguiente.

Equilibrios internos

Aterrizar por fin la posibilidad de la reforma constitucional es algo que genera una enorme cohesión en el PSOE. El partido lleva defendiendo esta causa desde 2013, cuando alumbraron la Declaración de Granada . La respuesta que ayer dio Sánchez cumple las expectativas del partido, hasta el punto que no se van a celebrar este fin de semana ni el Consejo de Política Federal ni el Comité Federal que Sánchez había previsto para consensuar una respuesta. «Hoy es un buen día para nosotros, y un buen día para España», decía por la tarde un destacado dirigente en el Congreso.

Ayer, algún dirigente se desquitaba de «la presión» que dicen haber recibido estos días, en referencia a los dirigentes históricos que criticaban a Sánchez. «No podíamos decir lo que estábamos haciendo porque si no se jodía», confesaba un dirigente. Y es que ayer Sánchez y Rajoy desvelaron que su relación en torno a este tema y su grado de entendimiento era mucho más alto de lo que se imaginaba.

Los socialistas confían en que Puigdemont dé un paso atrás, esencialmente «por la presión internacional» y porque lo contrario «supondría hacer lo que no quiso hacer el martes», apunta un miembro de la Ejecutiva . Ese sería el escenario más cómodo, pero en cualquier caso Sánchez comprometió su apoyo en caso contrario: «Nosotros estamos con la defensa de la Constitución, y en consecuencia, si el señor Puigdemont no aclara o aclara en los términos que parece que dicen algunos integrantes del bloque independentista que efectivamente se declaró unilateralmente la independencia, el PSOE apoyará las medidas constitucionales que ponga en marcha el Gobierno de España». Sánchez dio a entender que ya ha hablado con Rajoy las posibles medidas. «Cada uno tiene su interpretación con el 155», dijo genéricamente, pero no quiso desvelar si son coincidentes. Fuentes de la dirección apuntaban ayer a que, en caso de tener que tomar medidas, su preferencia es «una intervención quirúrgica» y «que dure el menor tiempo posible», con la posibilidad de hacerlo para «convocar elecciones» en Cataluña como preferencia.

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