Sánchez refuerza su giro a la izquierda y busca unidad de acción con los sindicatos

Pedro Sánchez quiere convertir el hándicap de no tener escaño en el Congreso de los Diputados en una oportunidad para centrar gran parte de su trabajo en recuperar el papel del PSOE como referente de la izquierda en la sociedad civil. Y en esa estrategia, y a pesar de la crisis reputacional que les acecha desde hace años, Sánchez quiere lograr una cierta unidad de acción con los sindicatos.

Ayer se reunieron en Ferraz las tres Ejecutivas de PSOE, UGT y CC.OO. en un encuentro que ambas partes definieron como «una toma de contacto», pero en la que ya se puso de manifiesto la exigencia de «una agenda común» a partir de «una importante coincidencia en el diagnóstico», en palabras del portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Óscar Puente. «Compartimos el diagnóstico de los problemas y hay coincidencia en el camino para resolverlos al tener muchos puntos en común en la agenda social y democrática», señaló el portavoz socialista.

La predisposición es diferente a la que se vivió los últimos meses. De hecho los dos portavoces sindicales, Fernando Lezcano (CC.OO.) y Cristina Antoñanzas (UGT), no dudaron en reprochar que la gestora socialista pactó con el Gobierno una subida del salario mínimo sin contar con los sindicatos: «La experiencia pasada no va a repetirse», señaló Lezcano.

El PSOE y los dos principales sindicatos mantendrán espacios de trabajo en torno a cinco ejes: rescate a las personas jóvenes, pensiones, igualdad de género, protección social y calidad democrática. Pero sigue existiendo un punto de fricción, al menos dialéctica, respecto a la estrategia sobre la derogación de las dos últimas reformas laborales. Que se ponga sobre la mesa también la de 2010, aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, genera problemas para el PSOE. «Consideramos que la derogación de ambas es una cuestión puramente retórica, nosotros tenemos muy claro que tenemos que retornar a un escenario de protección máxima de los derechos laborales», señaló Puente, que añadió que «no se ha hablado en concreto de derogar las dos reformas laborales».

Los sindicatos no opinaron igual: «Hemos hablado de la derogación de las reformas del PSOE y del PP», señaló Antoñanzas. En el PSOE explican esta diferencia en que quieren promover una nueva reforma «a partir de la restauración de la negociación colectiva» que «de facto» supondrá acabar con esas dos reformas, pero que se pretende huir del discurso de que «solo se deroga sin alternativa».

Durante la reunión de la Ejecutiva el PSOE ratificó su posición sobre la abstención en la votación del acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA) a partir de una resolución elaborada por Manuel Escudero, secretario de Economía, que señaló que el partido ve en el tratado «tres elementos de preocupación». El primero es la cuestión del arbitraje y «el derecho a compensar a inversores extranjeros cuando una regulación pública cambia y puede afectar a expectativas de beneficio». También creen que el tratado es laxo en protección de derechos laborales y medioambientales.