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Vea el cara a cara entre Rajoy y Sánchez - ABC

Sánchez enmarca su no en un duro discurso contra el «chantaje» de Rajoy para ser investido

El líder socialista ataca también a la presidenta del Congreso por haberse plegado a la estrategia del candidato

Madrid Actualizado: Guardar
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Pedro Sánchez rompió hoy todos los puentes con Mariano Rajoy con un durísimo discurso de réplica al del candidato a la Presidencia del Gobierno, a tal punto que Rajoy, luego, le ha dicho que ha «entendido» el no y le ha pedido que «no abuse», en medio de risas y aplausos de la bancada popular. [Lee aquí el discurso íntegro de Pedro Sánchez]

Sánchez también ha concitado el aplauso de los suyos con una intervención en la que ha comenzado diciendo que «España necesita gobierno, pero no un mal gobierno». Un Ejecutivo, prosiguió el líder socialista, que persiga la corrupción, que crea en las instituciones públicas independientes y que recupere los derechos y libertades cercenados. Más adelante le negó cualquier credibilidad para hacerlo tras los años en que ha gobernado.

«Usted no está en condiciones de hacer lo que proclama», subrayó. «La memoria es su peor enemigo», dijo Sánchez quien además reprochó a Rajoy su comportamento «irresponsable» por no presentarse a la investidura en la pasada legislatura y ofreciendo dudas sobre si lo haría en ésta. Y ahora se presenta sin contar los apoyos necesarios convirtiendo el debate en «la crónica de una derrota anunciada».

No se ha privado Pedro Sánchez de recordar cómo Rajoy habló en su fallida investidura de la pasada legislatura sobre el «pacto de los toros de Guisando» al que llegó el PSOE con Ciudadanos. Algo que luego ha sido reconocido por éste intentando justificar aquella ridiculización en el hecho de que entonces, y ahora, el PP sigue siendo la primera fuerza.

«España necesita un Gobierno, sí, por eso votaremos en contra a la continuidad de su desgobierno, señor candidato», se ha dirigido el secretario general del PSOE a Rajoy. «Permítame decírselo con sus propias palabras: El señor candidato, en lugar de intentar articular una mayoría suficiente, ha preferido no hacerlo por razones que nada tienen que ver con el Gobierno de España o los intereses de los españoles, sino exclusivamente con los planes particulares del señor candidato».

Y usó acto seguido las palabras que el propio Rajoy le dirigió a él en su fracasada investidura: «Ha venido usted, sin que nadie le hiciera sombra, a presentar una candidatura para formar Gobierno cuando, en realidad, no ha movido un dedo para formarlo. A lo mejor usted pretendía que alguien se lo regalase hoy».

A partir de ahí, insistió, «si usted fuera coherente con sus palabras y con sus actuaciones, debería ser el primero que debería votar en contra de su propia candidatura. Lo que pretende hacernos creer el señor candidato es que, si hoy España no tiene gobierno, si no se completa una mayoría, si él no es elegido presidente, será por culpa de todos los demás, que somos los malos».

«Hay vida más allá del señor Rajoy»

Al fijar este debate en una fecha tal que una eventual repetición electoral se produciría el 25 de diciembre, Rajoy «cae en el maniqueísmo» de yo o el caos. «Por fortuna para la política española, hay vida más allá del señor Rajoy».

«Con todo, es éste un chantaje en toda regla que ha contado con la complicidad de la presidenta del Congreso incumpliendo el deber de defender la independencia del poder legislativo, incluso, de las tropelías del señor Rajoy, aceptando la malintencionada fecha impuesta por el candidato, usted ha dejado al Congreso por los suelos».

A partir de ahí, Sánchez se refirió a la afirmación de Rajoy de que le preocupa la imagen que dé España en Europa: «Le recuerdo que en alemán, Correa se dice Gürtel. Quizás porque ante un caso así, en Alemania hubiera habido dimisiones. No en su Gobierno. Su negativa a asumir responsabilidades explica en buena medida la desconfianza que hacia usted se respira en esta Cámara».

Porque un debate de investidura, argumentó el secretario general socialista, «no es de convalidación del resultado electoral. Nuestra democracia se sustenta en un sistema parlamentario. Y el de investidura es un debate sobre la confianza que genera el candidato ante los 350 diputados y diputadas».

«Su comportamiento reciente y lejano, su uso y abuso de las instituciones, sus mentiras de ayer y de hoy, sus políticas antisociales, su determinación en continuarlas, su no asunción de responsabilidades políticas ante los graves casos de corrupción que le afectan avalan nuestra absoluta desconfianza hacia usted, y por ello le decimos no».

«El NO del PSOE es un SÍ a un país libre de la correa de la corrupción», avisa el socialista, «un sí a jueces y fiscales con recursos para luchar contra la corrupción, sí a que el corruptor y el corrompido entren en prisión y devuelvan lo robado, sí a unos medios de comunicación públicos independientes, sí a convertir el Parlamento en el centro de la vida pública, sí a políticos con bolsillos de cristal, sin sobresueldos ni sueldos en sobres, sí a la ejemplaridad pública, sí al diálogo y un no a la imposición, sí a la reconciliación de los españoles con la política digna y con sus instituciones».

No desvela si será candidato

Pedro Sánchez no llegó a desvelar si va a encabezar una candidatura alternativa. Simplemente se limitó a recalcar que «tenemos una primera y principal obligación institucional: la de representar de forma constructiva y leal a los millones de españoles que no desean que el señor Rajoy siga siendo presidente».

«Lo que nadie puede pedirnos es que apoyemos aquello que aspiramos a cambiar, que reforcemos aquello a lo que nos enfrentamos, que utilicemos la fuerza que millones de ciudadanos nos han dado para ir en contra de lo que creen».

No es «defendible», insistió, que un presidente de Gobierno que ha aplicado políticas antisociales y que al mismo tiempo es presidente de un partido imputado por corrupción, pueda ser el orientador de la regeneración de nuestro sistema político e institucional.

«La suma letal de corrupción, mala gestión económica y desigualdad a la que su Gobierno ha arrastrado a España, no desaparece tras un proceso electoral, ni se sobresee en una investidura, sino que requiere de nuevas políticas y de nuevos actores» y «lo que usted quiere es gobernar sin oposición». Y advirtió: «Si la legislatura en la que gobernó con mayoría absoluta fue la legislatura de los recortes sociales, la desigualdad y la corrupción, ésta, en el caso de que cediéramos a sus presiones, sería la legislatura del chantaje».

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