PSOE

Sánchez coquetea con la moción de censura ante la ausencia de Presupuestos

Quiere que Rajoy se someta a una cuestión de confianza si no hay Presupuestos y no descarta un paso más. La aritmética de una moción de censura genera recelos, pero no se descarta si Rajoy plantea prorrogar los Presupuestos

Pedro Sánchez flanqueado por su núcleo duro en la dirección socialista Jaime García
Víctor Ruiz de Almirón

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La experiencia de una investidura fallida hizo comprender a Pedro Sánchez –«por experiencia propia»– que Mariano Rajoy puede tener una mayoría parlamentaria en contra pero que eso no significa que pueda existir una mayoría favorable a su candidatura. Una realidad parlamentaria complejísima que motiva que el PSOE tenga una relación difícil con la posibilidad de una moción de censura.

Pero ayer Pedro Sánchez se acercó más que nunca a esta posibilidad. «Yo no descarto nada» , contestó cuando se le preguntó por si activaría ese mecanismo en caso de que el presidente del Gobierno no cumpla con la nueva exigencia que ayer le planteó: que se someta a una cuestión de confianza en caso de que no logre aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

«Si Rajoy no aprueba los Presupuestos y no anticipa las elecciones , yo le exigiré que, por obligación con la ciudadanía y por responsabilidad institucional, se someta a una cuestión de confianza», solemnizó ayer Sánchez.

Una nueva exigencia que asume que Rajoy rechaza la que le planteó la pasada semana, cuando demandó que convocase elecciones si no tenía apoyos para sacar adelante las cuentas públicas.

Sánchez pone esta nueva posibilidad encima de la mesa asegurando que si Rajoy pierde esa votación no le quedará más remedio que convocar elecciones. Pero como se establece en el artículo 112 de la Constitución, someterse a una cuestión de confianza compete en exclusiva a la voluntad del presidente del Gobierno. ¿Qué hará Sánchez si Rajoy no cumple con esa nueva exigencia? La bala que le quedaría ya sería la única que depende de él: la moción de censura .

«Los números no dan»

En ese escenario se enmarca la posición de no descartar la moción. Aunque el propio Sánchez expresó ayer todas sus reticencias al respecto: «Yo no voy a ser presidente del Gobierno a cualquier precio» , se comprometió, recordando que «los números no dan» y que «la realidad parlamentaria es la que es».

Preguntado por si aceptaría los votos independentistas en una eventual moción, ERC y PDECat ya anunciaron que podrían apoyarla sin contrapartidas, Sánchez se ha limitado a decir que «incluso en ese estadio los números no dan». Es esa complejidad aritmética la que despierta enormes cautelas en el PSOE, pero varios integrantes de la dirección reconocen en privado que el partido no puede cerrarse ninguna puerta si el Gobierno plantea gobernar con los Presupuestos prorrogados .

La previsión en Ferraz tras la elección de Sánchez como líder apuntaba a una legislatura larga, con el Gobierno sostenido por PNV y Cs. Pero la nueva situación de prórroga presupuestaria, el auge de Rivera en las encuestas y el estancamiento del PSOE en las mismas, obligan a Sánchez a sacar a relucir su papel como jefe de la oposición. Un rol que su ausencia en el Congreso está desdibujando claramente .

En cualquier caso, en el PSOE ven este movimiento con réditos sea cual sea el resultado. Si Rajoy fracasa habrá elecciones, pero si no lo hace será a cambio del apoyo de Albert Rivera. Para la estrategia de los socialistas es fundamental trabajar el mensaje de la «derechización» de Ciudadanos. Porque aunque en público se menosprecia su auge en las encuestas, y en cualquier caso se limita a la caída del PP. Pero todas las encuestas señalan también que el PSOE estaría perdiendo votantes hacia Ciudadanos, algo que no pasa inadvertido en Ferraz .

Esta mañana, durante una entrevista en Telecinco, Sánchez ha insistido en su petición de una cuestión de confianza. Y en la necesidad de unas elecciones si no hay Presupuestos. Lo ha hecho cargando contra lo que entienden los socialistas como falta de iniciativa política por parte de Mariano Rajoy: «Ahora mismo tenemos un presidente del gobierno que parece un conductor dormido al volante de un país, y no nos podemos permitir ese lujo, no podemos estar dos años más varados, sin tomar las riendas de las crisis sociales, territoriales y económicas».

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