Las reticencias del PP con la reforma constitucional cuestionan el acuerdo de Sánchez con Rajoy

Arranca la comisión que estudiará el marco autonómico con desacuerdos y las ausencias de Podemos y los nacionalistas

Pedro Sánchez junto a Mariano Rajoy en uno de sus recientes encuentros en Moncloa José Ramón Ladra
Víctor Ruiz de Almirón

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El pasado 11 de octubre Pedro Sánchez anunciaba solemne haber acordado con el presidente del Gobierno un acuerdo para comenzar a trabajar en la reforma de la Constitución. Lo hacía el mismo día en el que tras jornadas de conversaciones discretas con Mariano Rajoy el PSOE confirmaba que acompañaba al Ejecutivo en el inicio del despliegue del artículo 155. «La reflexión que hemos compartido es que ha llegado la hora de que abordemos la reforma de la Constitución» , indicó Sánchez aquel día.

El acuerdo alcanzado consistiría en que la comisión de estudio para modernizar el Estado Autonómico dure seis meses y que inmediatamente se abra el debate de la reforma de la Constitución. La número dos del PSOE, Adriana Lastra , insistía ayer en que esa debe ser la hoja de ruta. Los populares se desmarcaron con claridad de la idea de que la reforma constitucional sea una garantía.

Ayer quedó de manifiesto que la unidad de acción brilla por su ausencia. Se constituía formalmente la comisión impulsada por los socialistas, pero lo hacía presidida por las incertidumbres y la falta de consenso. El espacio se constituyó con la ausencia de PDECat, ERC, PNV y Unidos Podemos que rechazan participar por los acontecimientos en Cataluña. «Proponer una comisión territorial cuando los consellers están en la cárcel... No es el momento más sensato», planteó ayer Pablo Iglesias .

Plagado de incertidumbres

El PSOE se aferra a que a partir de enero, pasadas las elecciones catalanas, los grupos podrán sumarse. Los socialistas han intentado hasta el final contar con el PNV, a quien habían ofrecido presidir la comisión . Ante la negativa de estos, ayer fue elegido presidente el socialista José Enrique Serrano con los votos de su grupo, el PP y UPN como representante del Mixto. Los tres diputados de Ciudadanos se abstuvieron en «coherencia» con las «pocas esperanzas y expectativas muy baja» con las que José Ignacio Prendes anunció que llegan a esta comisión.

Y es que los de Albert Rivera creen que la reforma constitucional debe ir más allá de la cuestión territorial para hablar de cuestiones que aquí «quedan fuera», como las cuestiones de regeneración democrática. Y piensan que circunscribirlo a este aspecto puede suponer precisamente «un obstáculo» a la verdadera reforma: «No nos parece que el método sea preparar una pista de aterrizaje a los nacionalistas» .

La incomparecencia de Podemos y los nacionalistas unida a la desidia de Ciudadanos, deparó que la Mesa de la Comisión fuese copada por el PP y el PSOE. Una aritmética que no refleja la actual composición del Congreso. Además el PSOE tendrá la presidencia y una secretaria pero serán los populares los que con dos vicepresidencias y una secretaría tendrán mayoría en la Mesa de la comisión.

Pero esta comisión no solo nace tocada, sino que su desarrollo y su objetivo final está plagado de inconcreciones. Mientras José Enrique Serrano defendía que la primera tarea del órgano es «identificar disfunciones» que se hayan puesto de relieve durante el desarrollo del modelo autonómico y como segunda parte «formular propuestas» que podrían «derivar cambios en la propia Constitución», el PP se desmarcaba ayer de la idea preconcebida de que el fin tenga que ser la reforma de la Constitución.

El portavoz del PP en la comisión será José Antonio Bermúdez de Castro. Y al término de la sesión constitutiva dejó muy claras las suspicacias que en su partido genera la reforma de la Constitución. «Venimos a hablar de mejorar el Estado Autonómico, no a sustituirlo y no con la idea preconcebida de la reforma de la Constitución». Y el número tres del PP, Fernando Martínez Maillo, dejaba claro que su posición será determinante: «Ningún proceso de estudio o reforma puede hacerse sin que esté el PP». Y a la vez insistía en la necesidad de «mantener los consensos de 1978» , algo que ayer quedó claro que no sucede. «Nosotros no hemos venido con idea de reformar la Constitución sino de modernizar Estado Autonómico», insistía Bermúdez de Castro, dejando claro que hay cuestiones, haciendo mucho hincapié en el sistema de financiación, que se pueden abordar sin reformar la Constitución. La distancia entre los dos principales partidos fue ayer evidente. Bermúdez de Castro requirió «saber cuál va a ser la propuesta» del PSOE porque hasta ahora «han hablado de plurinacionalidad» y resaltó qu en el PP «no somos federalistas, ni nacionalistas». La insistencia de los populares en lo relativo a la financiación hace sospechar al PSOE que el PP pretender utilizar la comisión para sellar un acuerdo en el sistema de financiación autonómica.

Por eso ayer Lastra que se hablará de la «constitucionalización de principios de financiación», pero que le corresponde al Gobierno hacer la propuesta reuniendo al Consejo de PolíticaFiscal y Financiera.

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