Así resolverían el problema catalán los columnistas de ABC

Actuar conforme a la ley sin miramientos ni complejos o unir al bloque constitucionalista, entre las recetas de nueve de nuestros opinadores

ABC.ES

A poco más de diez días para el 1-O, nueve de los columnistas de ABC han decidido responder a la pregunta más importante que deja el arrastre de la deriva independentista: ¿qué fórmula hay que seguir para detener el órdago secesionista en Cataluña? Muchas, y muy interesantes, son las propuestas planteadas por nuestros opinadores.

La mayoría de ellos opta por hacer cumplir las leyes «sin miramientos ni complejos», y eso incluye la aplicación del artículo 155. «El Estado debería velar por que cada conducta indiciariamente sediciosa sea penalizada desde un inicio»; señala Manuel Marín . Juan Fernández - Miranda y Marisa Gallero centran su planteamiento en la unidad del bloque constitucionalista con el objetivo de trazar un plan que funcione desde el mismo día después del referéndum. «Frente a la algarada de quienes incumplen la ley en Cataluña, la defensa de quienes la defienden en el conjunto de España», explica Fernández-Miranda.

Luis Ventoso, director adjunto de ABC, pone el foco en la necesidad de una reforma educativa «para inculcar un modelo estatal» y reforzar la diplomacia exterior. Curri Valenzuela, mientras, cree que hay que hacer cumplir las sentencias que obligan a la enseñanza el castellano paralela a la del catalán y reducir el poder de actuación de los Mossos d'Esquadra.

Superar la espiral de silencio de los no independentistas, revisar la financiación autonómica y mejorar el discurso emociona del Gobierno son otras de las recetas que nuestros nueve columnistas proponen y que puedes leer íntegramente a continuación.

1

Manuel Marín: «Actuar conforme a la ley sin miramientos ni complejos»

La única solución posible para resolver el conflicto generado por la Generalitat es actuar conforme a la ley, de modo gradual y en función de la gravedad de las conductas vulneradoras de las normas. Así, si llegado el caso debe aplicarse el artículo 155 de la Constitución, o si la Fiscalía considera que debe solicitar la suspensión de cargos públicos, debe hacerse sin miramientos ni complejos, en la medida en que la ley nos vincula a todos. Incluso, si la conducta sediciosa es grave y conlleva pena de prision, asi deberá acordarse. En este momento no es un problema de voluntad política, sino de cumplimiento estricto de la ley . Cataluña debe disolver su Parlamento cuanto antes, convocar elecciones e iniciar una nueva fase política que no pretenda saltar por encima de la ley. A partir de ahí, y mientras siga vigente la Constitución de 1978, el Estado debería velar por que cada conducta indiciariamente sediciosa sea penalizada desde un inicio . España ya ha vivido de modo recurrente los empellones de Cataluña y jamás ha conseguido la independencia. No es un derecho de una parte del pueblo español. Lo es del pueblo español en su conjunto.

Manuel Marín Todos los artículos de Manuel Marín

2

Juan Fernández-Miranda: «El bloque constitucionalista debe presionar para forzar unas elecciones autonómicas»

En el corto plazo, impedir cualquier conato de referéndum el día 1 de octubre y, a partir de ahí, poner en marcha una estrategia liderada por el presidente del Gobierno con el apoyo explícito del Partido Socialista y de Ciudadanos. En el medio plazo, a partir del 2 de octubre, con el movimiento independentista agotado y mutado ya abiertamente en golpismo (con Arnaldo Otegi como uno de sus referentes), y con el frente judicial engrasado y en marcha, el bloque constitucionalista debe redoblar la presión política para forzar unas elecciones autonómicas que jubile a la próximamente inhabilitada clase política independentista y ofrezca una salida política en Cataluña y ponga fin al agotador y cansino discurso soberanista. En el largo plazo, la actuación del Gobierno, y también del Parlamento, debe abordar desde la imprescindible unidad la reforma de la financiación autonómica (en su conjunto, sin premios al sedicioso y sin incurrir en agravios al resto), una revisión del Título VIII de la Constitución para cerrar, y blindar, el Estado Autonómico y un respeto exquisito a la acción firme y contundente de la Justicia sobre quienes han pisoteado la ley. Frente al delito, la actuación firme y proporcional de los tres poderes del Estado. Frente a la algarada de quienes incumplen la ley en Cataluña, la defensa de quienes la defienden en el conjunto de España. La defensa de nuestra Democracia.

Juan Fernández-Miranda

3

Ignacio Ruiz Quintano: «La solución no está en la Constitución del 1978»

Para la situación de Cataluña, que es la de España, la solución no está en la Constitución del 1978 , que con su Título VIII dio ocasión al problema.

–El defecto fundamental de la Confederación era que el Congreso no estaba autorizado para actuar inmediatamente sobre el pueblo y mediante sus propios funcionarios. Su poder era solamente requisitorial, y esas requisiciones se dirigían a los diversos legislativos para ser llevadas a efecto sin otra coacción que el principio moral del deber… También la falta de una separación entre las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales operaba desventajosamente en la práctica . He aquí el reconocimiento de fracaso que hace Thomas Jefferson en su “Autobiografía”. La grandeza de la generación de los Padres Fundadores radica en ese reconocimiento, a partir del cual se hacen el propósito de sustituir la Constitución confederada del 77 (“Artículos de la Confederación y la Unión Perpetua”) por la Constitución federal del 87, la obra de Hamilton, Madison, Jay y Morris que perdura hasta hoy, a pesar de los envites de la moderna izquierda americana para derribarla. Es un ejemplo, pero aquí, como se quejaba el Conde Duque, “faltan cabezas”.

Ignacio Ruiz Quintano Todos los artículos de Ignacio Ruiz Quintano

4

Marisa Gallero: «Demostrar la unidad de los partidos constitucionalistas»

Después de 48 horas esperpénticas en el Parlament de Cataluña, una Diada desinflada y de jactarse de estar por encima de la ley, Carles Puigdemont anuncia que está abierto «hasta el último minuto» a negociar con Mariano Rajoy. Quiere anteponer su referéndum unilateral y una pseudo Constitución con apariencia de legalidad.

Ante la mentira dan ganas de negar la palabra, si no fuera por la herida que desgarra profundamente a Cataluña. Ahora que el PSOE de Pedro Sánchez se mantiene en una posición firme con el Gobierno, hay que demostrar la unidad de los partidos constitucionalistas sentándose a dialogar antes del 1-O y plantear una hoja de ruta para el día después, mientras la Justicia sigue su curso.

Marisa Gallero

5

Hughes: «Poca esperanza en el intento de una nueva 'pedagogía' de España»

Cataluña no es un problema contra España. Parece más bien la expresión más fiel de los problemas de España. Al igual que el marxismo hurgaba en las contradicciones del sistema, el nacionalismo catalán ha refinado la explotación de las dificultades del sistema político del 78 : vaciado de palabras y conceptos, mentira, sistema de partidos complicado por su penetración en la sociedad civil --hasta acabar siendo un bloque único--, y un sistema de valores invertido que ayer llegó al paroxismo en la frase de Ada Colau en la Diada: “Trabajaremos juntos y juntas para desobedecer leyes injustas”.

La alcaldesa de Barcelona ofrecía un consenso a las fuerzas políticas para desobedecer normas . Poca esperanza merecen las soluciones estatales mágicas ni el intento de una nueva “pedagogía” de España –miedo da pensar, y tedio extremo, en los pedagogos--. Nada sano saldrá de una reestatalización en Cataluna.

Es un problema de la constitución del 78. Habría que democratizar España de un modo nuevo, real, hasta que su nombre sonase distinto, y no a lo que suena ahora cuando se pronuncia desde Barcelona o desde Madrid –en los casos raros en los que se pronuncia--. Dicho todo lo anterior con absoluta modestia, dado que se trata de un tema muy complejo que me excede por completo.

Hughes

6

Luis Ventoso: «Una reforma educativa para inculcar un modelo estatal»

Pedir una solución para el problema catalán, que viene y va desde finales del XIX, es casi como buscar el círculo cuadrado. Pero sí hay algunas políticas, muchas de largo plazo, que podrían ayudar a encarar el desafío en curso y aplacarlo:

- Un cierre de filas absoluto de los partidos españoles no nacionalistas en defensa de la unidad de España y el modelo constitucional democrático que tenemos. Si PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos estuviesen unidos al 100% frente al separatismo la historia sería otra y la debilidad independentista, inmensa. La felonía abierta de Podemos y las medias tintas del PSOE (sí pero no) lo impiden.

-Un acuerdo como el que se propone en el punto anterior permitiría el siguiente paso: una reforma educativa para inculcar un modelo estatal , que acabe con la escuela y el instituto como forja de independentistas. Se podrían crear también centros educativos estatales de excelencia para los alumnos con mejores currículos y más ambición (al modo de las gramar school británicas) donde se practicaría una docencia con el español como lengua vehicular y leal con España y la comunidad de turno. Se ofrecería así una opción educativa pro España y pro excelencia a los millones de padres hoy silentes que querrían otra educación y hoy están encorsetados por el rodillo nacionalista.

-La batalla en curso en Cataluña es en gran medida mediática. La Generalitat separatista utiliza una televisión autonómica con gasto sin tasa y las ayudas a los medios locales para mantener una labor ingente de propaganda, que no tiene la necesaria contestación desde el constitucionalismo (o españolismo, para hablar claro). Para reforzar la idea de España en Cataluña hay que reforzar TVE y dotarla de medios (mientras la vean no verán TV3). Sería básico además crear una televisión potente de ámbito estatal de centro-derecha, pro España y de espíritu liberal. Hoy no existe.

- Urge restaurar el imperio de la ley en Cataluña . A la hora de la verdad, a estas horas, lo que percibe el ciudadano es que Puigdemont, Junqueras y Forcadell han aprobado unas leyes golpistas y en la práctica todavía no lo han pagado personalmente de manera alguna. “Si toleras el desorden para evitar la guerra, tendrás primero desorden y después guerra”, advertía Maquiavelo. Y tenía razón.

- El Gobierno debe mejorar su discurso emocional en defensa de España y refutar de inmediato todos y cada uno de los bulos propagandistas del separatismo. También es inaudito que ante lo que en gran medida es una batalla cultural España carezca de un Ministerio de Cultura.

- La intelectualidad española y sus artistas señeros podría movilizarse en defensa de España y denunciar el abuso separatista como lo que es. Deberían combatir de forma activa ese error español que lleva a confundir nacionalismo con modernidad, cuando es una forma de pensar profundamente retrógrada, pues va contra los demás en nombre de una superioridad identitaria.

-Hay que reforzar la diplomacia exterior y lograr apoyos internacionales más rotundos contra el desafío sedicioso.

-Se puede repasar la financiación autonómica y estudiar con expertos si en efecto hay margen para que Cataluña reciba un trato todavía mejor.

- Más Estado en Cataluña. El consejo de ministros una vez al mes en Barcelona y la sede del Senado allí podrían ser pasos interesantes.

Luis Ventoso Todos los artículos de Luis Ventoso

7

Edurne Uriarte: «Superar la espiral de silencio de los no independentistas»

El problema catalán es el problema de la extensión de los objetivos independentistas de un 20% de los catalanes (el porcentaje en todas las encuestas desde hace décadas) a los nacionalistas autonomistas y, a continuación, su intento de imposición a todos los catalanes.

Es, en primer término, un problema de legalidad pues se pretende llevar a cabo contra el Estado de derecho y la solución o la respuesta es también legal a corto plazo. A medio y largo plazo, la solución del problema catalán debe ser política y cultural . De superación de la espiral del silencio que mantiene sin expresión pública a la mitad de los catalanes y de fortalecimiento del patriotismo español que posibilite una unidad fuerte de la gran mayoría de españoles en defensa de nuestro sistema autonómico y de nuestra democracia. Mientras domine la espiral del silencio en Cataluña y el patriotismo español sea débil no habrá solución del problema catalán.

Edurne Uriarte Todos los artículos de Edurne Uriarte

8

Rosa Belmonte: «Que el Estado proteja a los ciudadanos con la ley en la mano»

Hace unos meses se publicó que investigadores españoles habían desarrollado un virus que ataca sólo a células cancerígenas. Descartada la idea de inocular un virus (la solución catalana) que sólo ataque a secesionistas, hay que tirar de la ley. Claro que Rajoy prefería no hacerlo, como Bartleby, pero no estamos en tiempos de preferencias o conveniencias sino de necesidades. Una quiere que el Estado haga poco pero haga lo que tiene que hacer. Y una de esas cosas, carreteras aparte, es proteger a sus ciudadanos con la ley en la mano. No sé cuál es la solución, pero los constitucionalistas señalan las muchas que hay además del 155 (al que no da tiempo). La Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (apremio sobre el patrimonio, multa coercitiva…), el Código Penal (rebelión, sedición, usurpación de atribuciones…), el estado de excepción o de sitio (55 y 116), la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, la Ley 36/2015 de Seguridad Nacional. Una democracia sabe defenderse porque tiene entre sus principios la seguridad jurídica y entre sus medios, la ley. No quiero un futuro libro de Rajoy a la Hillary titulado ‘Qué pasó’.

Rosa Belmonte Todos los artículos de Rosa Belmonte

9

Curri Valenzuela: «Hacer cumplir las sentencias que obligan a la enseñanza el castellano»

Autocrítica por parte de todos los partidos políticos nacionales, en especial PP y PSOE, que han concedido innumerables ventajas a los nacionalistas a cambio de su apoyo parlamentario. Ejercer el control sobre la Educación en Cataluña que la ley concede al Estado y hacer cumplir las sentencias que obligan a la enseñanza el castellano paralela a la del catalán . Y ya por pedir, hacer compatibles las misiones de los Mossos con la Guardia Civil, con las mismas limitaciones que existen para la Policia autónoma vasca.

Curri Valenzuela Todos los artículos de Curri Valenzuela

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