Rajoy sigue meditando si aplica el 155 pese a que Puigdemont redobla su amenaza

El Parlament podría declarar la secesión unilateral esta semana, incluyendo el sábado y el domingo

MARIANO CALLEJA / DANIEL TERCERO

La Moncloa sigue moviéndose en el terreno de la calma y la serenidad, a pesar de que en apenas unos días puede producirse una declaración de independencia en Cataluña de consecuencias impredecibles. Mientras el cabecilla del golpe secesionista , Carles Puigdemont , anunciaba ayer que sus planes siguen adelante para proclamar un Estado independiente y pedía mediadores internacionales, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , citaba en La Moncloa a los líderes del PSOE y Ciudadanos para «ponerles al día» en las actuaciones del Ejecutivo y agradecerles su «sinceridad y lealtad».

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Según explicó después Rivera, Rajoy no hizo ninguna propuesta concreta, y tan solo reconoció que sigue estudiando las medidas que debe tomar. Entre otras, se refirió a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, para convocar elecciones autonómicas.

Las reuniones se celebraron, una vez más, por separado. Sánchez evitó a toda costa encontrarse con Rivera, que llegó a La Moncloa solo cinco minutos después, para que la foto del bloque constitucionalista no se produjera. El único mensaje del Gobierno tras la cita con Sánchez fue un tuit de Rajoy, para defender la unidad y el Estado de Derecho. El PSOE, mientras, se desmarcaba de la actuación del Ejecutivo el pasado domingo, exigía diálogo con Puigdemont y ni siquiera aludía al 155.

Silencio de La Moncloa

El apagón informativo del Gobierno duró toda la tarde. El mensaje de los independentistas campó a sus anchas en medios nacionales e internacionales, algo que contrastó con el silencio de La Moncloa. Sí compareció Albert Rivera , con un discurso sin complejos sobre la unidad de España, la Constitución, el Estado de Derecho y la actuación policial para hacer cumplir las órdenes judiciales.

Finalmente, el Gobierno se limitó a repartir una nota pública de folio y medio, sin una sola propuesta concreta y sin hacer ninguna valoración de la ofensiva de Puigdemont, ni siquiera para contrarrestar su mensaje.

Por no haber, ni siquiera hubo conversaciones sin micrófonos con las decenas de periodistas que pasaron toda la tarde en La Moncloa, a la espera de que el Gobierno se pronunciara ante la inminencia de una declaración de independencia en una parte del territorio nacional.

Ante ese silencio, las claves del Gobierno se conocieron por Rivera en su comparecencia ante los medios en La Moncloa . Su propuesta quedó clara: aplicación del artículo 155 de forma inmediata, y eso es hoy o mañana, para impedir una declaración de independencia «que puede ser reconocida por algunos países». El objetivo sería convocar elecciones autonómicas, volver a las urnas. Sin querer desvelar la respuesta exacta de Rajoy, sí comentó que el presidente del Gobierno se limitó a señalar que sigue estudiando esa medida, entre otras.

También está estudiando las vías jurídicas para anular una declaración de secesión. La sensación que dejó a sus interlocutores es que no todo está tan previsto ni estudiado como se viene diciendo en el Gobierno desde hace meses. «Y eso que la declaración estaba más que anunciada».

La nota repartida por La Moncloa aporta muy poco frente a las inquietudes que existen ahora mismo . Además de agradecer su «sinceridad» a Sánchez y Rivera, el presidente mostró «su disposición a estudiar con responsabilidad y lealtad las propuestas que el resto de fuerzas políticas quieran formular, en el bien entendido de que solo están animadas por la búsqueda del bien común y la defensa de nuestro sistema democrático». Rajoy defendió ante sus interlocutores la actuación de las Fuerzas de Seguridad. También les explicó que había hablado con los presidentes de la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo, para agradecerles su apoyo.

Al acabar su reunión con Rajoy, Rivera mostró su deseo de que el Gobierno pase de estudiar las medidas «a realizar el examen«, y que active el artículo 155 entre hoy y mañana.

«Es vinculante»

Frente a esta política de comunicación, la Generalitat siguió exhibiendo todo un abanico de propaganda que, ayer, lideró el mismo presidente autonómico.

Puigdemont no piensa dar un paso atrás ni cumplir con las decisiones de los tribunales. Ayer valoró la jornada del domingo reiterando que el referéndum ilegal del 1-O «es vinculante» y, por lo tanto, será el Parlamento autonómico el que declare la secesión en los próximos días, mediante una votación que coordinarán JpS y la CUP. Será mañana cuando se conozca la fecha del pleno que aprobará –gracias a la mayoría secesionista de la cámara– la declaración unilateral de independencia, y que desde JpS sitúan entre finales de esta semana o primeros de la próxima, sin descartar que se pueda celebrar el sábado o el domingo próximos.

Por su parte, Anna Gabriel (CUP) recordó que «cuanto antes se hagan efectivos los resultados (del 1-O), mejor», pero añadió que los tiempos podrían variar en función de cómo se desarrolle la jornada de «huelga general» convocada para hoy en Cataluña.

Pese a que la hoja de ruta de los nacionalistas sigue adelante, Puigdemont defendió que «el momento aconseja mediación» y pidió a la Unión Europea, solo minutos después de que la Comisión Europea diera por zanjada la reivindicación independentista, que intervenga para que Cataluña se separe del resto de España.

«Fin de la violencia policial»

En este sentido, el presidente de la Generalitat instó al Gobierno a que restablezca «la normalidad institucional alterada» en las últimas semanas y ponga «fin a la violencia policial» que se dio este domingo, mientras la Guardia Civil y la Policía Nacional trataban de aplicar lo establecido por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ante la pasividad de los Mossos d’Esquadra.

Pese a estos intentos de que una autoridad internacional intervenga, Puigdemont no está dispuesto a renunciar a ninguna de sus reivindicaciones: «No me consta que hayamos contribuido a la tensión que se esta viviendo, no somos los responsables», por lo que no hay nada a lo que renunciar a día de hoy, respondió a preguntas de los periodistas que le hicieron ver la contradicción que supone seguir adelante con el plan unilateral de secesión y, a la vez, pedir que un actor extranjero «medie» entre la Generalitat y el Gobierno.

Un día después del referéndum ilegal, el gobierno catalán anunció tres medidas acordadas este lunes y centradas en denunciar la actuación (tanto de los «agentes» como de sus «jefes») de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y exigir «la retirada de todos los efectivos policiales de Cataluña» que llegaron para reforzar el operativo del 1-O. Sí matizó Puigdemont que esta demanda de «expulsar» de Cataluña a los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado se centraba, únicamente, en los agentes de refuerzo y no en los que residen. Una reivindicación que también sorprendió.

Finalmente, el presidente autonómico alentó a los ciudadanos a que participen en la huelga general de hoy –que, como en otros capítulos, es una iniciativa que lidera la CUP– porque «ayuda a reafirmar lo que se ha hecho el domingo» y lo que vendrá «en los próximos días».

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