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Rajoy felicitando a Pastor tras anunciar que será la candiadata del PP a presidir el Congreso - EFE
Presidencia del Congreso

No hubo vetos por parte de C's para elegir al candidato del PP a la presidencia del Congreso de los Diputados

Moncloa cree que el primer gran acuerdo de la nueva legislatura muestra el camino para la investidura del presidente del PP

Madrid Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy y Albert Rivera cerraron ayer el primer gran acuerdo de la nueva legislatura, que está centrado en la constitución de la Mesa del Congreso, pero que puede ser el inicio del camino para un pacto mayor, que alcance la investidura del líder del PP. Una vez sellado el acuerdo de la Mesa, Rajoy desveló por la tarde el nombre para presidir el Congreso: Ana Pastor, ministra de Fomento en funciones. En el Senado habrá continuidad, y será Pío García-Escudero quien vuelva a presidir la Cámara Alta, con el apoyo de la mayoría absoluta del PP. Las direcciones de los grupos se mantendrán, con Rafael Hernando y José Manuel Barreiro como portavoces.

Desde el jueves, una vez concluida la primera ronda de contactos de Rajoy, se han mantenido conversaciones «muy discretas» con Ciudadanos, pero también con el PSOE, para tratar de llegar a un acuerdo sobre la Mesa del Congreso.

Según fuentes de Moncloa, la oferta que se hizo al partido de Rivera fue la misma siempre, pero no la aceptaron hasta el último momento. «Más que difícil ha sido con suspense», comentan en el equipo de Rajoy.

Desde el principio

En Moncloa están convencidos, a raíz de las conversaciones mantenidas, que la oferta gustó desde el primer minuto a Ciudadanos: tres puestos de nueve para el PP, incluida la Presidencia, y dos para el partido de Rivera, quien sin acuerdo se habría quedado sin representantes. «Lo que ocurre es que han hecho una escenificación para hacerse los difíciles». Con ese reparto, PP y Ciudadanos se garantizarían la mayoría en el órgano rector de Congreso.

En el Gobierno, y en el PP, aseguran que no se ha producido ningún veto a lo largo de las conversaciones: tampoco a María Dolores de Cospedal, como se empeñaron en decir ayer desde Ciudadanos. En Moncloa desmienten esto totalmente. Al final, fue Rajoy quien cerró el pacto con Rivera, con una llamada de teléfono a última hora de la mañana de ayer. «Nos parece bien que se hagan los difíciles, la noticia es que ahora hemos visto que con ellos ya no es imposible llegar a un acuerdo», razonaban en el Gobierno de Rajoy.

A lo largo del fin de semana se sucedieron muchas quinielas sobre el nombre del candidato del PP a la Presidencia del Congreso, una vez descartado que éste fuera de Ciudadanos, pues había dejado claro que no quería que se viera como un intercambio de cromos. La discreción fue total. Hasta en Moncloa se creía ayer por la mañana que ningún ministro dejaría el Gobierno para ir al Congreso. Así, Ana Pastor, amiga personal de Rajoy, recibió la llamada del Presidente solo cuando el acuerdo estaba ya totalmente hecho y cerrado, y no antes.

Desde el primer momento, Ciudadanos trató de desvincular este acuerdo con el PPde lo que ocurra en el debate de investidura. De hecho, el partido de Rivera continuaba ayer en la «abstención» de Rajoy, mientras que Pedro Sánchez seguía instalado en su «no». Desde Moncloa se hace una interpretación más optimista. «Este acuerdo demuestra la posibilidad y la vocación de entendimiento por ambas partes, más que allanar la investidura, este pacto muestra el camino para lograrla», comentan en Moncloa.

En Moncloa se estudió ayer la manera en que Pastor debe abandonar el Gobierno, ya que como ministra seguía en su puesto solo en funciones. Pastor debe presentar su dimisión, y sus funciones serán asumidas por el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ya que Rajoy no puede hacer nombramientos.

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