Bárcenas decide no acudir a la declaración de Rajoy

Este miércoles 26 de julio más de 83 medios de comunicación retransmiten una imagen inédita. Un presidente de Gobierno en activo que declara como testigo en un caso de corrupción. Mariano Rajoy cruza la calle Límite del Polígono de San Fernando de Henares, donde está ubicada la Audiencia Nacional, que ha aumentado hoy su perímetro de seguridad. Aunque estaba previsto que el extesorero de los populares, Luis Bárcenas, acudiera, finalmente ha decidido no estar presente en la vista.

Como si fuera el eco de las primeras palabras de Mariano Rajoy sobre el caso —«Esto no es una trama del PP, es una trama contra el Partido Popular», dijo un miércoles 11 de febrero de 2009 en una rueda de prensa sin preguntas, arropado por todo su Comité Ejecutivo en Génova—, así también arrancó Bárcenas en el juicio que le piden 42 años de cárcel: «Gürtel no es una trama del PP».

Por eso, argumentó ante el Tribunal los motivos para pensar que era «un despropósito» la declaración de Rajoy, al diferenciar dos procesos: la primera época de Gürtel y la pieza separada de «los papeles de Bárcenas» sobre la «contabilidad extracontable» del Partido Popular.

La defensa del extesorero, ejercida por Joaquín Ruiz de Infante y Marta Giménez-Cassina, hace hincapié en esta distinción para señalar que «la petición se efectúa con una persistente muestra de mala fe procesal», provocando «un doble enjuiciamiento y persecución de unos mismos hechos en dos procedimientos distintos, lo que vulnera el derecho de defensa y a un proceso con todas las garantías».

De esta forma, según sea el interrogatorio de la Fiscalía y de las distintas acusaciones, planteará una serie de cuestiones, que tendrá el mismo formato que las realizadas a los principales exministros de José María Aznar, desde Francisco Álvarez Cascos a Javier Arenas, pasando por Ángel Acebes, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, para detallar cómo funcionaba la Tesorería del PP nacional y qué responsabilidades tenía Álvaro Lapuerta como tesorero, en relación al gerente.

El interrogatorio a Rajoy fue pedido por ADADE apuntando como un «hecho nuevo» las afirmaciones de Francisco Correa, principal imputado en la trama, cuando confesó que las empresas ACS de Florentino Pérez y OHL, fundada por Juan Miguel Villar Mir, «pagaban comisiones del 2% o del 3% a Génova» derivadas de su mediación en obras como «carreteras, autopistas, o del AVE» con el correspondiente ministerio. Negándose antes la sala a la relación testifical propuesta por los abogados de Bárcenas —los exministros de Medio Ambiente, Jaume Matas y Elvira Rodríguez, y de Fomento, Rafael Arias Salgado, además de los empresarios citados—, que hubieran aclarado dichos términos.

A Rajoy, como «ciudadano español» y testigo, le preguntan, entre otros temas, por la financiación ilegal de las campañas municipales, autonómicas y generales de 2003 y 2004 y si dio la orden, como contó Bárcenas, de que Correa no trabajara más para el Partido Popular tras escuchar a un empresario, Joaquín Molpeceres, denunciar las «actividades ilícitas» de la trama en los Ayuntamientos de Madrid, el mismo día que entregaba un donativo de 60.000 euros.

Después del presidente del Gobierno, declara como testigo Pío García Escudero por haber ostentado el cargo de presidente regional del PP de Madrid entre 1999 a 2004, como por coordinar diversas campañas electorales a nivel nacional.