El PSOE intenta evitar un choque entre Sánchez y Díaz en mayo por el liderazgo

Los socialistas asisten con preocupación al enésimo pulso por el liderazgo del PSOE entre su secretario general, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Tras adelantar ABC que ella pretende disputarle la Secretaría General en la votación de los militantes el 8 de mayo, en caso de que no logre ser presidente del Gobierno, ayer tocaba no echar más leña al fuego.

Desde el ámbito federal y entre los barones se optó mayoritariamente por la indiferencia -«no me consta», dijo el portavoz en el Senado, Óscar López-, o el silencio; aunque en privado hubo muchas llamadas telefónicas de unos a otros intentando parar el conflicto en ciernes.

Y también hubo quien prefirió decir en público lo que piensa: «Mal haríamos si, ahora que la ciudadanía está buscando como agua de mayo un Gobierno para este país, lo que le ofreciéramos desde el PSOE es que nos vamos a enzarzar entre nosotros a ver quién es el secretario general», aseguró de forma tajante el presidente de Extremadura y líder de los socialistas en esa región, Guillermo Fernández Vara.

Cree que tanto Sánchez como Díaz son «gente potente» que puede aspirar a liderar el PSOE, pero avisa: «Que no cuenten conmigo» para abrir el partido en canal en vísperas de una posible repetición de las elecciones el 26 de junio.

Vara ponía así voz a lo que argumentan en privado muchos barones, dando todos por hecho que habrá «pelea» entre Sánchez y la andaluza en el 39 Congreso: hay que retrasarlo a después del verano porque hacerlo ahora, en plena negociación de investidura, es un suicidio para el PSOE. No solo desestabilizaría a Sánchez, que se vería obligado a negociar como sea un gobierno con Podemos para sobrevivir, sino que el partido podría perder todo lo ganado desde el 20-D.

Díaz, «centrada» en la Junta

Incluso desde el PSOE andaluz se intenta no echar más leña al fuego, aunque sin desmentir la información publicada por ABC. El portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, insistió en que Díaz está «centrada» en Andalucía y no en ninguna otra hipótesis. Y lanzó un mensaje a Ferraz cuando no dio por seguro que el 39 Congreso se mantenga en sus fechas: votación 8 de mayo y plenario el 21 y 22 de ese mes, pese a que Pedro Sánchez acaba de recordar que fue el Comité Federal el 30 de enero el que aprobó ese calendario.

Preguntado sobre si el Gobierno andaluz está preparado para afrontar un nuevo relevo en la Presidencia, Miguel Ángel Vázquez señaló que eso es una «hipótesis» que no se ha planteado. Recalcó que el Gobierno andaluz está dedicado a lo que tiene que hacer, que es «gobernar y tomar decisiones» para dar respuesta a los problemas de los andaluces, mientras que la presidenta está «gobernando».

El portavoz de la Junta aprovechó para lanzar un mensaje que ayer el PSOE-A emitió también desde Madrid: el primer año del Gobierno de Susana Díaz se ha traducido en «estabilidad política» y ha supuesto unas mejores perspectivas desde el punto de vista económico.

En esa misma línea se pronunció el secretario general del PSOE malagueño y secretario del Grupo Socialista en el Congreso, Miguel Ángel Heredia, que ayer organizó una rueda de prensa en la Cámara Baja para conmemorar el primer aniversario del ejecutivo andaluz. Heredia insistió en que Susana Díaz está centrada» en el Gobierno regional y su «única prioridad» es atender las «necesidades de los andaluces». El diputado malagueño incidió en que ni ella ni ningún otro socialista andaluz prevén dedicar «un minuto» a lo que no sean las «prioridades de los andaluces».

Ella no hará cuestión de la fecha

Heredia no quiso desvelar si prefiere mantener el 39 congreso en mayo o no. «Es una decisión de la Ejecutiva Federal y del Comité Federal», dijo. Lo cierto es que Díaz no quiere hacer cuestión de la fecha del cónclave.

Simplemente ha transmitido a varios de sus fieles que piensa disputar a Sánchez la Secretaría General del PSOE, sea cuando sea, ahora, en mayo, o en septiembre. La andaluza no quiere dejar pasar este «tren» a Ferraz, que podría ser el último si no logra ganarle. Serán otros barones a afines a ella quienes intentarán convencer al líder socialista de la necesidad de aplazar el congreso.