Los problemas del socialismo español

«El problema es que el votante menor de 35 años es de Podemos, el de los mayores de 65 del PP, y el que está entre 35 y 65, el nuestro, se lo está pensando». Con esa crudeza se expresaba un destacado dirigente socialista ayer a la salida del multitudinario desayuno de Nueva Economía Fórum que protagonizó Pedro Sánchez, en el cual el líder del PSOE dio muestras de que no va a esperar al comienzo de la campaña para pedir el voto útil de la izquierda; en particular el de cientos de miles de partidarios de IU contrarios a la confluencia. Ferraz cree que la idea de un adelantamiento de Podemos al PSOE en las urnas todavía no está instalada socialmente, por más que algunos sondeos la anticipen, y ha decidido prevenir antes que curar.

Estos son los problemas del PSOE ante el 26-J:

«La herida del PSOE es su división»

Lo dijo el propio Pedro Sánchez a puerta cerrada en el penúltimo Comité Federal. De ahí que, ante un pronóstico tan alarmante en los sondeos, los barones y la vieja guardia hayan acudido en socorro del líder. Pasar de segunda a tercera fuerza sería el fin del PSOE tal y como lo hemos conocido desde 1977 y han tocado a rebato para impedirlo.

A vueltas con el liderazgo

El liderazgo de Pedro Sánchez es puesto en cuestión continuamente por los que fueron sus grandes apoyos en las primarias, los barones, empezando por Susana Díaz, que no descarta sucederle. Quizá por eso fue tan aplaudido el domingo Ángel Gabilondo al señalar: «Pedro Sánchez es nuestro único candidato y hay que ser leales».

El coqueteo con tesis nacionalistas

Apenas queda nada de aquel PSC que llevó a Zapatero a La Moncloa en 2004. El declive del «granero catalán» ha ido parejo a una defensa del soberanismo que se ha contagiado a algunas otras federaciones. En Ferraz saltaron las alarmas al ver cómo Ximo Puig pretendía una lista conjunta al Senado por Valencia con Podemos y Compromís.

«El pacto con Rivera nos ha derechizado»

Algunos barones advirtieron a Sánchez que la solemnidad del acuerdo con Albert Rivera y Ciudadanos entrañaba el riesgo de «derechización» del PSOE, si no había investidura. Con el agravante, dicen los críticos, de que la confluencia puede permitir por vez primera a Podemos-IU rentabilizar en diputados todo el voto de izquierda.