Primer asesinato con bomba lapa en un caso de crimen organizado en Barcelona

La víctima fue detenida en 2013 por los ataques al prostíbulo Paradise de La Junquera

El cadáver de la víctima es trasladado para la práctica de la autopsia ALBERT GARCÍA
Pablo Muñoz

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A las 11:38 de ayer una potente explosión en la primera planta de un aparcamiento subterráneo hacía temblar el edificio del número 6 de la calle Santiago Rossinyol i Prats de Viladecans , en Barcelona. Lo primero que se les vino a la cabeza a los vecinos de la zona era que se trataba de un nuevo atentado terrorista. La investigación posterior lo descartó de plano y a partir de ese momento una realidad inédita en España se abría paso: se trataba de una bomba lapa colocada en los bajos del automóvil de la única víctima mortal del suceso en el marco de una guerra de crimen organizado de origen desconocido.

El ataque costó la vida a un hombre, vecino del citado inmueble, al que se detuvo en 2013 por su relación con los ataques con artefactos explosivos perpetrados el año anterior contra el conocido macroprostíbulo Paradise de La Junquera . No obstante, las fuentes consultadas por ABC advierten de que el ajuste de cuentas no tiene por qué estar relacionado con ese asunto.

Nada más producirse los hechos varias dotaciones de los Mossos d’Esquadra, los bomberos y ambulancias se desplazaron a la zona. La deflagración provocó un fuego que afectó a otros dos vehículos y hasta que los hombres del servicio de extinción de incendios no sofocaron las llamas no se encontró el cadáver de la víctima, cuya identidad no había trascendido al cierre de esta edición aunque estaba plenamente identificado.

Además, una persona que en el momento del estallido estaba en el ascensor del inmueble sufrió heridas y fue trasladado al Hospital Moisès Broggi por una ambulancia del Servicio de Emergencias Médicas (SEM). Su vida no corre peligro pero es fácil imaginar el shock provocado por la violentísima deflagración. Como medida preventiva, fueron desalojados además los vecinos de cuatro bloques colindantes.

Los vecinos de la zona calificaron la explosión de brutal y algunos residentes en el inmueble afectado precisaron que éste conmenzó a llenarse de humo tras la explosión . Los clientes de un bar próximo vieron cómo los taburetes de la barra en los que se sentaban comenzaban a temblar.

Asegurada la zona, los especialistas en explosivos y en Policía Científica de los Mossos d’Esquadra comenzaron a trabajar para, primero, identificar qué tipo de artefacto había estallado, y segundo tomar distintas muestras de los restos para determinar la composición de la bomba. Con esos primeros exámenes, junto con la identificación, en ese momento aún no oficial, de la víctima, pudo descartarse relativamente pronto que se trataba de un atentado terrorista.

Los especialistas determinaron que se trataba de una bomba lapa adosada a los bajos del coche, un método muy utilizado en su día por la banda terrorista ETA pero nunca hasta ahora por elementos de la criminalidad organizada, lo que añade elementos inquietantes al caso.

Siete individuos

El caso está manos de los agentes del Área de Investigación Criminal de la Policía autonómica especializados en crimen organizado. La persona muerta, como se se ha señalado, había estado relacionada con los ataques al macropostíbulo Paradise de La Junquera de 2012, en los que habrían participado otros seis individuos. Todos fueron arrestados al año siguiente.

Con estos antecedentes aguien podría deducir que el asesinato tiene que estar relacionado con el mundo de la prostitución. Las fuentes consultadas, sin embargo, son mucho más cautas, primero porque ha pasado ya bastante tiempo de ese episodio y segundo porque la víctima trabajaba para distintos grupos criminales y cualquiera de ellos puede estar relacionado con el caso.

Además, los Mossos sitúan a este individuo más relacionado con el narcotráfico , donde los ajustes de cuentas son frecuentes y muchas veces brutales, que con las mafias de la prostitución. Tenía muchos enemigos y precisamente por eso va a ser complicado encontrar una buena línea de investigación.

La utilización de una bomba lapa en el asesinato indica que su autor o autores tienen buena preparación en la confección de artefactos explosivos. Los vídeos de las cámaras de seguridad de la zona ya son visionados por los agentes mientras se intenta determinar la hora en la que la víctima aparcó su coche por última vez en el aparcamiento subterráneo del edificio en el que residía.

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