Ciudadanos y Podemos no se conforman: piden las dimisiones de Catalá y Maza

La dimisión del Fiscal Jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, se mascaba desde ayer en el Congreso de los Diputados. Pero el Gobierno, controlando los tiempos, dejó el anuncio para hoy para evitar que esta noticia robara todo el protagonismo a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

A la espera de que la decisión se hiciera pública -«le quedan horas» era el comentario más extendido esta mañana entre la oposición- los partidos iban perfilando un discurso que no incluye encomio alguno por esta asunción de responsabilidades.

Podemos, Ciudadanos y ERC no se conforman con la salida de Moix y han exigido esta mañana qu e le sigan el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, por haberse opuesto a la salida del jefe de Anticorrupción y el ministro de Justicia, Rafael Catalá, por no haber aclarado las dudas sobre su actuación en casos de corrupción que afectan al PP que aprecian en su comportamiento.

Desde la formación morada, el secretario de relaciones con la sociedad civil, Rafael Mayoral, ha considerado que a Moix «deben acompañarle Catalá, Maza y el conjunto del Gobierno del PP» subrayando que «es necesario enviar mensaje a la sociedad española de que no hay impunidad».

Para el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, José Manuel Villegas, el ministro de Justicia «no ha dado explicaciones suficientes» sobre las sospechas de injerencias políticas y de actuaciones para favorecer a imputados por corrupción por lo que «debería dimitir». Y con él, Maza por no ver razones para cesar a Moix quien finalmente ha abandonado su puesto con la oposición de Fiscal General del Estado.

«Nos preocupa que Maza considere que ser el favorito de un corrupto no es impedimento para ser Fiscal Jefe de Anticorrupción y que tener una sociedad en un paraíso fiscal gestionada por un conocido testaferro tampoco», ha señalado. Para Ciudadanos, Maza transmite la sensación de estar actuando como Fiscal General del Gobierno en lugar de hacerlo en nombre del Estado.

ERC no se ha quedado atrás y su portavoz en el Congreso, Joan Tardá, ha reclamado además una comisión de investigación de la verdad que «descubra de una vez por todas cómo todo se regula desde el prisma de la impunidad». Ha advertido que o el Congreso crea este organismo o se producirá una «catarsis» en la sociedad porque «nunca va a acabarse la corrupción». «Moix no va a ser el último, dentro de 15 días va a ocurrir cualquier cosa», ha pronosticado.

Sánchez: «Tarde y mal»

Mucho más suave se ha mostrado el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ha reaparecido esta mañana en su primer acto público tras su victoria en las primarias. Lo ha hecho en la Feria del Libro de Madrid para valorar que la dimisión de Moix, «llega tarde y llega mal».

El líder socialista ha incidido en que desde que se conocieron los escándalos de Moix «hemos escuchado distintas cosas al Gobierno», lo que a su juicio «es una prueba más de que no defiende la ejemplaridad ni está poniendo todas las medidas para luchar contra la corrupción».

Sánchez ha sido muy crítico con la comparecencia del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, que ha dicho no ver motivos para cesar a Moix: «Me parece una declaración de intenciones». Considera Sánchez que este caso dibuja «una etapa muy negra en la historia democrática de nuestro país». Y ha apuntado directamente a Mariano Rajoy: «Con sus decisiones se está dañando la salud de nuestro sistema democrático».

Podemos y Ciudadanos sí coinciden con el PSOE en que la dimisión del fiscal jefe de Anticorrupción llega tarde. «Hemos tenido que esperar demasiados días para ver cómo ocurría lo inevitable. Nunca debió ser fiscal de Anticorrupción», señaló Mayoral. Con un planteamiento prácticamente idéntico Villegas aseguró que «la dimisión llega mal y tarde porque hace tiempo que debía haber dejado su cargo, no debía haber sido nombrado».

Unos y otros sostienen también que las circunstancias que han rodeado a la figura de Moix y el apoyo que le ha brindado Maza en los últimos meses han dañado gravemente la imagen de la institución que encabezaba.

«Solo hace falta ver las encuestas para ver que la credibilidad de los jueces y fiscales está en entredicho y no por su trabajo sino por culpa de los políticos que les intentan manipular desde sus cargos», ha señalado Villegas para quien «la única forma de que los ciudadanos recuperen la confianza es cambiando las normas para que queden totalmente separadas las decisiones del ministro de turno».

La formación naranja presentará la semana que viene una proposición de ley para aumentar la independencia del Fiscal General del Estado. «Queremos que desde la política no se metan las zarpas en Fiscalía», ha subrayado aunque ha reconocido que aún no han iniciado conversaciones con los otros grupos de la Cámara para conocer si esta propuesta podrá salir adelante.

Mayoral por su parte, se ha apoyado en la salida de Moix para promocionar la moción de censura presentada por Podemos contra Rajoy. En esta línea, ha hecho hincapié en que España está «viviendo un proceso de degradación democrática» que requiere una respuesta de la Cámara. Esta reacción no puede ser otra, cree, que «sacar del Gobierno al PP cuanto antes».

En este punto ha cargado toda la presión sobre el PSOE pese a que su nuevo secretario general, Pedro Sánchez, aún no tiene el control de la ejecutiva socialista ya que debe ser ratificado primero en el Congreso Federal que el partido celebrará del 16 al 18 de junio, tres días después de que se celebre la moción de censura.

«Hay una posibilidad de hacerlo en breve y las fuerzas políticas deben pensar si son democráticas, si la triple alianza de la impunidad continúa y si existe la voluntad de participar del rescate de la democracia», advirtió. Y tras admitir que no ha habido nuevos contactos con la nueva dirección socialista para explorar su apoyo a la iniciativa remachó: «parece que el PSOE no tiene tiempo para España y que solo tiene tiempo para su congreso».

El PP, por su parte, ha hecho defensa genérica este jueves de la figura del ya exfiscal Anticorrupción Manuel Moix, de quien dice que aunque «puede haberse equivocado» es «un gran fiscal, un hombre justo y un hombre de Derecho». Sin embargo, al igual que hizo ayer el Gobierno, el partido no le ha respaldado de manera explícita tras conocerse que tiene participaciones en una empresa familiar radicada en un paraíso fiscal, el motivo que le ha llevado a presentar su dimisión irrevocable.

«No hago juicios éticos, hago juicios políticos y legales», ha señalado el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, sobre el cuestionado papel de Moix al frente de Anticorrupción. A partir de ahí, el PP, como hizo ayer el ministro de Justicia, ha señalado la autonomía del consejo fiscal como responsable de su futuro.

Hernando ha contestado a las preguntas de los periodistas en la sede del Tribunal Constitucional, donde el PP y Ciudadanos han presentado un recurso de inconstitucionalidad a la ley de presupuestos aprobados por el Parlament de Cataluña.

«No nos ponemos de perfil pero respetamos la separación de poderes. Este es un asunto que concierne a la Fiscalía General, al Consejo Fiscal. Y nosotros aceptaremos lo que se decida», ha dicho Hernando minutos antes de conocer la dimisión de Moix anunciada por el fiscal general, José Manuel Maza.