Podemos y Ciudadanos buscan hoy un acuerdo para atraer al PSOE a una reforma de la ley electoral

Ambas formaciones escenifican el objetivo por mejorar la proporcionalidad del actual sistema, en una reunión que supone el broche a varios meses de contactos para perfilar el acuerdo

Las propuestas de máximos de ambos partidos incluían cambios que precisaban reformar la Constitución, pero las dos formaciones aparcan esta posibilidad y limitan los cambios dentro de los márgenes de una modificación de la LOREG, para la que solo precisan el apoyo del PSOE

Albert Rivera junto a Pablo Iglesias en 2015, en uno de sus últimos abrazos Jaime García
Víctor Ruiz de Almirón

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Podemos y Ciudadanos se reúnen hoy en el Congreso de los Diputados para buscar un acuerdo que permita a ambos prtidos presentar una propuesta común de reforma de la ley electoral. Un encuentro que dista mucho de ser una primera toma de contacto, sino que será la culminación de unos contactos que comenzaron en torno al mes de noviembre de 2017.

En función del partido y del interlocutor a estos contactos se les da más o menos importancia. Desde los «contactos informales» que apuntan desde Ciudadanos hasta el optimismo de algunos dirigentes de Podemos que plantean que el acuerdo está «prácticamente hecho». Con 2019 y el nuevo ciclo electoral ya en el horizonte, a las dos formaciones les interesa que uno de los ejes del debate político vuelva a ser el eje nueva-vieja política . Por eso los dos partidos han superado sus recelos para empujar esta reforma, como está sucediendo también en la reforma de RTVE.

Ambos partidos asumen una rebaja en las expetativas respecto a sus propuestas iniciales, que en los dos casos defendían modificaciones que suponían pasar necesariamente por una reforma constitucional. Fuentes conocedoras de estos contactos apuntan a que esto responde a varios factores: en primer término a la aceptación de que una reforma de la Constitución es altamente compleja. Y, por otro lado, el objetivo prioritario es el de atraer a los socialistas a una reforma de la LOREG , para lo que solo necesitarían mayoría absoluta parlamentaria. En este sentido, en Podemos se muestran optimistas a la hora de convencer al PSOE, que de facto sería, a su juicio, sacar a los socialistas de la lógica del bipartidismo para que aceptase que en realidad hay cuatro grandes partidos y que en muhos municipios los socialistas ya no son la segunda fuerza .

En este sentido, en Podemos estarían dispuestos a aceptar que el PSOE asumiera el liderazgo de la iniciativa como un «argumento de regeneración democrática» que, consideran, encaja perfectamente en el perfil regenerador con el que Sánchez regresó a la Secretaría General de los socialistas.

Desde Ciudadanos confirman la voluntad de aparcar su propuesta de máximos y caminar hacia un acuerdo. «Se puede alcanzar un acuerdo sin ser exhaustivos», confirman desde la dirección naranja. Y tras conocer la propuesta de Podemos, presentada ayer, en la formación de Rivera se valoró positivamente en la búsqueda de «el máximo común sin reforma constitucional».

Y desde la formación liberal se asume la posibilidad de orientar la reforma de una forma que simplemente toque la LOREG. Y lanzan un aviso especialmente dirigido al PP: «Es mejor hacer una reforma con el acuerdo de los cuatro grandes partidos, pero eso no puede ser algo que otorgue derecho de veto a alguien pra evitar una reforma».

La propuesta de Podemos

La formación de Pablo Iglesias presentó ayer su propuesta para este marco de negociación. La formación siempre había defendido cambiar la circunscripción provincial, que radiografía como uno de los elementos culpables de la desproporcionalidad, y sustituírla por la autonómica. Pero este cambio requiere de reforma constitucional.

Podemos plantea en su propuesta sustituir el actual sistema de reparto , regido por la denominada ley D´Hont y sustituirlo por el sistema Sainte-Lagüe , una fórmula utilizada en países como Alemania o Noruega que es más proporcional y beneficia a los partidos más pequeños.

La iniciativa de Podemos también propone una serie de reformas dentro de la LOREG que van más allá de la fórmula de reparto de escaños. En este sentido, los de Iglesias han propuesto bajar la edad mínima para ir a votar a los 16 años , «un millón de personas que tienen un sentido formado en los asuntos públicos y que tienen derechos y obligaciones comparables a los de las personas adultas». También han puesto sobre la mesa la «eliminación de los obstáculos que la reforma del voto rogado de 2011 ha impuesto al derecho al voto de los españoles en el extranjero» e incorporar la regla de las denominadas listas cremalleram donde el orden de las papeletas electorales debe ser siempre «hombre-mujer-hombre-mujer...» o «mujer-hombre-mujer-hombre...» y donde la cremallera solo se puede romper si es para beneficiar a las mujeres.

Por último, han propuesto que, «con el objetivo de reducir el gasto público, todas las papeletas lleguen en un único sobre durante el buzoneo electoral», así como que haya, al menos, dos debates obligatorios entre los candidatos a presidente del Gobierno.

La propuesta de Ciudadanos

En Ciudadanos se valora en positivo muchas de esas cuestiones, y no se cierra a dos con las que nunca ha estado de acuerdo: las listas cremallera y la edad de voto a los 16 años. Desde la formación naranja van a poner también encima de la mesa otras dos cuestiones: el desbloqueo de listas y reducir de dos a uno el número de esaños mínimo que reparte cada provincia.

En cualquier caso en Ciudadanos dicen que van a presentar su propuesta de reforma original, que es altamente compleja y requiere reforma constitucional y hasta un cambio de cultura política.

El modelo original de Ciudadanos propone que la mitad de los diputados (175), se asignarán a circunscripciones de elección unipersonal, lo que obligará a trazar 175 nuevas circunscripciones, de unas 230.000 habitantes cada una. Este punto es el que despierta más recelos en los expertos, ya que puede ser fruto de intentos de manipulación al trazar esas nuevas circunscripciones, y es algo que dificultaría el necesario consenso para sacar adelante la reforma.

Los restantes 175 escaños se asignará a las listas presentadas en la circunscripción nacional, y se establecería un mínimo del 3% estatal para poder optar al reparto proporcional. Ese porcentaje obtenido en la lista nacional es el que determinará el número de escaños que corresponde a cada partido en el Congreso.

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