Pedro Sánchez quiere ser el único en intervenir el primer día de su debate de investidura

«Afán de protagonismo y vaguería». Éstas son las dos únicas razones que justifican, según el PP, el formato elegido para el debate de investidura del candidato socialista y que prevé que Pedro Sánchez sea el único en tomar la palabra el día 1 de marzo.

Para ello, la sesión tendrá que comenzar a las 16:00 horas y concentrar al día siguiente, el día 2 de marzo, las intervenciones de los otros 14 líderes parlamentarios que, como mínimo, tendrán turno de palabra en el debate de investidura y la votación.

La intervención del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, arrancaría a las 9:00 horas de ese segundo día y a ella seguirían el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y así sucesivamente según el número de escaños de mayor a menor.

La primera votación se realizaría esa noche, independientemente de la hora, para poner en marcha la cuenta atrás de las posibles elecciones y conseguir que éstas coincidan el domingo 26 de junio.

«Hay que estar muy preparado para aguantar un debate de esta magnitud. Es evidente que Sánchez quiere soltar su discurso, descansar, y afrontar a la oposición al día siguiente, con las ideas repasadas», censura un portavoz del PP.

Esto es, Pedro Sánchez dispondría de un día en exclusiva para su intervención, y los otros catorce portavoces tendrían que repartirse en otro día.

Oposición de los partidos

Si, como es previsible, Sánchez no consigue el apoyo de la mayoría del Congreso en primera votación, tendría que someterse a una segunda 48 horas después, lo que podría obligar a que la sesión para esa segunda votación arrancara el viernes por la noche.

Ante lo complicado de iniciar una sesión plenaria a esas horas, la previsión del presidente es mantener la fecha del sábado 5 de marzo para ese debate y la correspondiente votación. Entonces, el líder socialista necesitaría sumar más síes que noes para poder ser investido.

El orden del Pleno ha sido presentado por el presidente del Congreso, Patxi López, durante la reunión de la Junta de Portavoces y solo el PSOE y Ciudadanos han estado de acuerdo con este orden, que se ha encontrado con la oposición frontal del resto de partidos.

El PP considera, según un portavoz, que esta propuesta es una «cacicada» para dar «protagonismo» a Sánchez, y ha propuesto iniciar el debate durante la mañana del día 1 para evitar una concentración excesiva del resto de fuerzas en el día siguiente.

En rueda de prensa, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha acusado al presidente del Congreso de actuar «al servicio» del líder socialista y de saltarse «a la torera» las previsiones parlamentarias y constitucionales.

Potestad del presidente

El orden del Pleno es una potestad exclusiva del presidente del Congreso por lo que no ha habido votación, pero, a la vista de la fuerte oposición que ha encontrado su propuesta. Aunque López se ha comprometido a «reflexionar» sobre su propuesta, se ha reafirmado en la misma tras hablar con el candidato socialista.

Solo hay dos precedentes en toda la democracia en los que el debate de investidura se ordenó de este modo, en los años 1982 y 1986, la segunda investidura y la tercera de Felipe González.