El PDECat busca un futuro al margen del expresidente Puigdemont

En cualquier caso, el pulso entre Puigdemont y el partido queda condicionado al resultado del 21-D

Carles Puigdemont REUTERS
Àlex Gubern

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El soberanismo se rompe en una factura triple: entre los partidos independentistas, entre sus líderes y en el seno del propio PDECat, roto a su vez entre Carles Puigdemont y su «corte» de Bruselas, y un partido que trata de salvar los muebles y mirar más allá del 21-D. «La imposición de la lista de Junts per Catalunya por sobre del partido tensó la relación, pero ahora Puigdemont ha entendido que no puede hacer la campaña en solitario y que necesita el partido», reconocen a ABC fuentes de la formación.

Aunque a medida que pasan los días la relación ha ido ganando en fluidez, el universo Puigdemont y el universo PDECat siguen funcionando en realidades paralelas, a menudo enfrentadas incluso en aspectos tan nucleares como el de la posición sobre la unilateralidad. Del mismo modo, y en asuntos de índole práctico, la realidad de tener un candidato «exiliado» en Bruselas , pese a todas las posibilidades de comunicación que pueda haber, hace que haya a menudo un decalaje entre el mensaje que llega de Bélgica y el que sale del partido.

En el PDECat, que aceptaron a regañadientes la estrategia de Puigdemont, tratan ahora de reforzarse, y tras el segundo viaje de Marta Pascal a Bruselas, se pactó que la coordinadora general de la formación, Marta Pascal, se ocupase de todo la estrategia post 21-D. Esto pasa por la incorporación de cinco nuevos nombres a la dirección del partido -en la que el diputado en el Congreso y alcalde de Tortosa, Ferran Bel , está llamado a tener un papel relevante-, y por un intento de controlar, en la medida de lo posible, el futuro grupo parlamentario de Junts Per Catalunya.

La lista confeccionada por Puigdemont para Barcelona la componen en puestos de salida unos exconsejeros que no van a poder ejercer de diputados y una amalgama de medio famosos con nula experiencia parlamentaria. El partido quiere tomar el control del grupo, apoyándose en buena forma en los diputados del resto de provincias.

En cualquier caso, el pulso entre Puigdemont y el partido queda condicionado al resultado del 21-D: al margen de su futuro penal, solo una victoria del expresidente sobre Junqueras darían aire al primero. A la vez, y en caso de que haya que repetir elecciones en pocos meses, fuentes del PDECat no ven en ningún caso a Puigdemont como nuevo candidato. Más allá del partido, nadie ve futuro al expresidente.

Pedirá hacer campaña

Las cuitas entre unos y otros se producen en medio de una campaña electoral que Puigdemont, a la fuerza, tendrá que hacer desde Bélgica. Ayer mismo se supo que Puigdemont prevé pedir a la Junta Electoral para que pueda hacer campaña en Cataluña. En una entrevista en TV3 , Puigdemont señaló que es «trampa» que otras candidaturas tengan, a su juicio, mejores condiciones por contar con todos sus candidatos. Pese a que le «encantaría» poder volver ya a Cataluña, señaló que no quiere «omitir el deber» con la citación de la justicia belga para el próximos lunes.

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