Pino, el día de su toma de posesión en 2012
Pino, el día de su toma de posesión en 2012 - Jaime García

El ex número dos de la Policía se desliga del pendrive de origen desconocido del caso Pujol

Pino afirma que no accedió al contenido de la memoria que amenaza la causa

Madrid Actualizado: Guardar
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El antiguo número dos de la Policía Nacional Eugenio Pino trató ayer de desvincularse de un pendrive -una memoria informática- incorporado al caso Pujol cuyo origen desconocido preocupa al juez de la investigación y que ha puesto en peligro la validez de parte de la causa que indaga en los negocios del clan. El comisario jubilado explicó ayer al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata -ante quien declaró ayer como testigo durante dos horas- que fue incapaz de acceder al contenido del pendrive cuando llegó a sus manos porque estaba encriptado, protegido por unas claves.

Pino relató ante el juez que a él le entregó la memoria el antiguo jefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional, el comisario Marcelino Martín Blas, quien declara hoy ante el magistrado por los mismos hechos.

Según la versión de Pino, tras no poder abrir el pendrive, se lo devolvió a Martín Blas, quien envió una copia a la Fiscalía Anticorrupción y a la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la Policía Nacional, informaron fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio de Pino. Con ese paso la memoria entró en la investigación.

Aunque su explicación fue vaga, el ex número dos y antiguo director adjunto operativo (DAO) de la Policía insinuó ayer que la memoría podría proceder de dos detectives de la agencia Método 3, también citados como testigos el próximo 23 de febrero y cuya empresa fue investigada en el juzgado de instrucción número 14 de Barcelona por grabar una conversación de la antigua presidenta del PP de Cataluña Alicia Sánchez-Camacho. Los dos detectivos en cuestión son Antonio Tamarit y Julián Peribáñez.

Con estos interrogatorios el juez busca aclarar de dónde proceden estas pruebas aportadas por la Policía a la investigación. El magistrado pretende impedir que su origen incierto contamine alguna parte de la causa y amenace el éxito de la investigación.

Este pendrive no es el único aportado a la causa de origen incierto. Un policía entregó otra memoria con datos utilizados en la causa que, según su explicación, fue hallada por el inspector jefe de la Sección Primera de la Brigada Central de Blanqueo y Anticorrupción de la Policía «ordenando cajones y armarios de su despacho».

Todo el clan rinde cuentas por la fortuna familiar que ocultaron en Andorra durante más de treinta años. El juez no se cree la coartada familiar de que los fondos proceden de un herencia del abuelo Florenci que, después, multiplicó el hijo primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, con negocios legales, como argumenta toda la familia.

Pujol Ferrusola, conocido como «Junior», defiende que se enriqueció por intermediar y abrir oportunidades de negocios para empresarios, que le pagaban una comisión, en muchos casos sin contrato. El dinero que invertía lo repartía luego entre los hermanos. De la Mata sospecha que el dinero se acumuló con comisiones ilegales cobradas de empresarios ligados a la contratación pública a cambio de favores políticos. La llave de la contraprestación sería el apellido familiar. Jordi Pujol presidió la Generalitat de Cataluña durante veintitrés años.

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