Juan Fernández-Miranda
Nuevo acto de propaganda
No hay que centrarse en lo que ha dejado de pasar, sino en lo que debe suceder a partir de ahora para poder pasar página
Nuevo acto de propaganda de ETA. Es cierto que el último comunicado introduce novedades, pero del todo insuficientes: incluye justificaciones, equidistancias y medias verdades. El único comunicado de ETA válido es el de disolución, y esta palabra no aparece en el comunicado de hoy. Seamos claros: afortunadamente ya no enterramos policías, jueces, militares, ni políticos, tampoco a quien pasaba por allí. Es mucho, muchísimo, más de lo que varias generaciones soñaron. Pero no basta.
En el asunto del terrorismo de ETA no hay que centrarse en lo que ha dejado de pasar, sino en lo que debe suceder a partir de ahora para poder pasar página: para empezar hay más de 300 asesinatos sin esclarecer. Todo lo demás es la batalla del relato, y en esa dirección va este comunicado: construir una memoria más o menos equidistante que permita interpretar 50 años de terrorismo en clave de conflicto entre dos bandos o, lo que es lo mismo, construir una enorme mentira para las nuevas generaciones: que son los terroristas los que dejan de matar, cuando la realidad es que ha sido el Estado de derecho, con las víctimas a la cabeza, quienes les han derrotado con la Ley.
Si la petición de perdón a las víctimas fuera sincera -no lo es-, lo siguiente que debiera suceder es que los etarras empezaran, uno por uno, a ofrecer todos los detalles sobre los atentados no resueltos. Porque si realmente este supuesto acto de contrición fuera “de veras” -expresión que utiliza el comunicado-, el siguiente paso es claro y muy sencillo: ofrecer todos los datos para que quienes aún hoy siguen sufriendo por los atentados de ETA tengan al menos el consuelo de la verdad. Todo lo demás es tacticismo y propaganda. No pidan perdón, póngalo en práctica.