Registro de la sede del ICBC en Madrid
Registro de la sede del ICBC en Madrid - JAIME GARCÍA

La mujer de Gao Ping y su lugarteniente tenían cuentas abiertas en el banco chino ICBC

La oficina madrileña de la mayor entidad financiera del grupo fue utilizada para blanquear millones por parte de dos cabecillas de la trama mafiosa huidos

MADRID Actualizado: Guardar
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El caso de la oficina del banco chino ICBC en Madrid ha sido el resultado de largos años de trabajo. Ya en 2012 hubo un intento de investigar a la entidad , pero no cuajó. Ese año se supo que al menos una trabajadora de esa oficina llamaba asiduamente a dos miembros de la trama de Gao Ping que enviaban sin freno transferencias a China y Hong Kong. «Una de las entidades bancarias a través de la que estarían remitiendo grandes sumas de dinero a China, sería el ICBC, pudiendo estar enterados de la operativa ilícita de Kai Xu y su marido, llegando incluso a avisar una empleada de dicha entidad a Kai Xu de una inspección a la que iban a ser sometidos por la que quedaría paralizado todo el tema de las transferencias (...)».

Estas sospechas sobre el ICBC, cuya filial madrileña registró la UCO de la Guardia Civil hace tres semanas y detuvo a seis directivos, constan en el auto del 19 de octubre de 2012 por el que el juez Fernando Andreu envió a prisión a Kai Xu, una de las cabecillas de la trama de blanqueo de la organización de Gao Ping. Desde 2011 el banco aparece en los informes de Udef y Udyco sobre la operación Emperador contra la mayor trama criminal china instalada en España. Ahora, la operación Shadow –de nuevo dirigida por la Fiscalía contra la Corrupción y el Crimen Organizado– ha logrado ir más allá de lo que se llegó entonces y proporcionará claves sorprendentes sobre la capacidad económica y de fraude de los investigados, según fuentes del caso.

En el mencionado auto de prisión el juez Andreu señala que el jefe de la empleada de ICBC «tenía que estar enterado de todo el tema de las transferencias» y resalta que tanto Kai Xu como su marido Wang Feng fueron informados más tarde del resultado de la inspección sobre las cuentas abiertas por ellas o por empresas a nombres de terceros. «En otras ocasiones es avisada por empleadas de esta entidad de transferencias que efectuarían terceras personas del entorno de confianza del matrimonio investigado (...)». El matrimonio fue detenido y enviado a prisión sin fianza, aunque días después quedaron en libertad –como el resto de la cúpula de la mafia de Gao Ping– al considerar la Audiencia Nacional que el magistrado había incumplido el plazo máximo de detención de 72 horas.

Fugitivos

La pareja formada por Feng y Xu –huidos de la Justicia desde noviembre de 2012 al beneficiarse de esa benévola interpretación judicial– es la que aparece de forma directa relacionada con el supuesto blanqueo a través del ICBC, pero las relaciones con la filial madrileña del mayor banco del mundo se extienden a otros miembros relevantes de la organización de Gao Ping. Su mujer Linzhen Yang, gestora y administradora de sociedades y una de las principales responsables de organizar las salidas de dinero de España de forma opaca, y su lugarteniente y matón Haibo Li, tenían en aquel momento sendas cuentas en el Banco, según constataron los investigadores cuando se ordenó el bloqueo de los activos. Linzhen, alias «Linzy», era uno de los miembros más activos de la red, al igual que Haibo Li, quien se dedicaba a enviar dinero fuera para toda la trama a cambio de comisiones de entre el 1,5 y el 2%. Li era además prestamista, más bien un usurero a tenor de los altísimos intereses que exigía, al que recurrían comerciantes chinos que querían abrir negocios o jugadores de casino. Li, según acredita el sumario, no dudaba en emplear métodos expeditivos –amenazas, palizas y extorsiones– para recuperar lo prestado.

«Kai Xu junto a su marido Wang Feng serían los cabecillas de un grupo de la organización criminal (...) dedicada al blanqueo de capitales de ingentes cantidades de dinero generado con el contrabando y el fraude fiscal por una gran cantidad de comerciantes chinos establecidos en España y en el resto de Europa», señalaba el auto de prisión tras investigaciones de varios años. Y concretaba: «Una de las principales tipologías sería mediante transferencias a Hong Kong y China, a través de cuentas bancarias abiertas en España, de enormes cantidades de dinero ingresadas en efectivo en dichas cuentas, camufladas como relaciones comerciales entre sociedades mercantiles».

Documentación falsa

Esas sociedades instrumentales a nombre de testaferros abrían cuentas corrientes solo para hacer ingresos e inmediatas transferencias. En China otros miembros de la trama –el padre de Gao Ping, por ejemplo– sacaban el dinero. Para evitar los controles de prevención de blanqueo se fraccionaban las cantidades (alrededor de 30.000 euros por envío) y se aportaba documentación falsa para justificar esa supuesta relación comercial. Los investigadores constataron que hay ingresos del matrimonio de 90.000 euros y que es el propio ICBC quien dividía las cantidades para proteger a esos clientes «vips».

«Kai Xu llama a una mujer de ICBC (Jing Wang). Esta dice que su superior ha revisado la documentación de las dos empresas (...) no hay grandes problemas solo habría que aportar facturas y pedidos del primer y segundo trimestre de 2012 (...) Cuando traigáis el dinero solo tendríais que rellenar un formulario de preguntas, firmar y ya está». Esta es parte de una escucha telefónica de 29 de mayo de 2012. Estas llamadas y muchas más que salpican el sumario de Emperador demostraban que la investigada Jing Wang, empleada de ICBC, estaba presuntamente implicada en las actividades de blanqueo de la organización.

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