Margallo aboga por controlar las relaciones exteriores de Gibraltar

La medida aseguraría al territorio británico la permanencia en la UE tras el Brexit

Fabian Picardo ha replicado que la fórmula de cosoberanía es un «sinsentido» que «está hoy tan lejos como lo ha estado siempre»

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El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García- Margallo, ha aprovechado este jueves la reunión informal de la OSCE en Potsdam para adelantar a sus colegas las bases de la estrategia española respecto a Gibraltar para la etapa post-Brexit y anunció que «dentro de dos o tres días tendrán una carta mía con un dosier detallado en el que establecemos cuál será la posición de España en las negociaciones».

Como primer paso, «en cuanto quede fijado el Consejo Europeo de jefes de Estado y de gobierno, España mantendrá que Gibraltar no puede formar parte de esas conversaciones, sino que es una cuestión que debe ser resuelta bilateralmente, como dicen las resoluciones de la ONU». «No se nos presentaba una oportunidad como esta desde 1714», ha dicho Margallo, esperanzado.

Tras el Brexit, la situación de Gibraltar cambiará radicalmente. Por ahora se aplican los Tratados y la legislación de la UE, explicó el ministro, porque las relaciones exteriores las lleva un Estado miembro. Pero cuando Reino Unido salga de la UE, «se abre una etapa nueva».

Mercado común

«La fórmula que hemos propuesto no es original, está tomada de las negociaciones que llevaron a cabo en 2002 José María Aznar y Tony Blair», ha recordadó Margallo, y es una fórmula de cosoberanía. España asumiría las relaciones exteriores de Gibraltar que, por tanto, podría permanecer en la UE y tendría acceso al mercado común, con todas las ventajas que eso conlleva.

A cambio de este punto, que sería condición sine qua non, sería legislado un Estatuto Personal, que permitiría a los gibraltareños conservar su nacionalidad y adquirir la española, y Gibraltar se regiría por un Estatuto de Autonomía, previsto en el artículo 144 de la Constitución Española. «Gibraltar podría disfrutar de auto gobierno en prácticamente todas las materias», ha ofrecido Margallo, «salvo en relaciones exteriores, que sería la condición para que Gibraltar pudiese seguir teniendo acceso al Mercado Común». Todavía quedan flecos abiertos que habría que negociar, por ejemplo en materia de Defensa. «No olvidemos que allí hay una base que está en la OTAN y que habrá que estudiar qué hacer», ha advertido, pero las perspectivas de que la UE adopte estos términos en las negociaciones son buenas, ya que «esta fórmula resuelve el contencioso histórico, protegería los intereses de los gibraltareños y evitaría discusiones en el seno de la UE».

Para los socios europeos la idea de que Gibraltar permanezca en la UE es muy atractiva, aunque solo sea porque se trata de la cuarta economía del mundo en términos de renta per cápita. Y por si son necesarios más argumentos para que los 27 apoyen en bloque la posición española, Margallo ha recordado que «hasta ahora, el contencioso de Gibraltar estaba impidiendo que se cumpliese la legislación europea en materia de pesca, de medio ambiente, estaba creando dificultades en prevención del contrabando, estaba creando distorsiones fiscales muy importantes, de hecho es un paraíso fiscal para sociedades offshore y está evitando la aplicación de las sanciones a Rusia... Así que de un plumazo podríamos resolver un montón de cosas».

Gobierno estable

Precisamente sobre ese asunto, Margallo tenía previsto este jueves hablar con su homólogo ucraniano, Pavló Klimkin, para explicarle la situación actual, en la que el aeropuerto de Gibraltar no está cumpliendo enteramente con lo establecido por las sanciones. Su oficina está trabajando además en el texto de la resolución de Naciones Unidas que será presentado en octubre y que, «dadas las nuevas circunstancias, será muy distinta a la que había en años anteriores». Margallo cuenta con el apoyo del resto de países socios y como único motivo de preocupación expresó que «sería importante contar con un gobierno serio, estable y previsible».

Respecto a la situación política en España, el ministro no descarta unas posibles terceras elecciones, que serían «un disparate» y «un auténtico ridículo a nivel mundial que a mí me sería muy difícil explicar a nuestros socios europeos». Lamentó que España no esté al máximo de sus posibilidades en los importantes asuntos internacionales que marcan actualmente la agenda debido a tener solamente un gobierno en funciones.

«La niña de mis ojos ha sido la marca España, una de mis prioridades era medir cómo estaba y en cuatro años había mejorado notablemente. No tenemos datos de cómo han impactado los últimos meses, pero es obvio que se resiente y que hay inversiones que están pendientes porque nadie quiere apostar jugando a la gallina ciega».

Por su parte, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha replicado que la propuesta del ministro español de Asuntos Exteriores de resolver el conflicto con la colonia británica con una fórmula de cosoberanía es un «sinsentido» que «está hoy tan lejos como lo ha estado siempre».

En una nota de prensa, Picardo califica de «fantasía inútil» la propuesta que el ministro José Manuel García-Margallo ha planteado.

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