Los llamamientos a que Sánchez intente su investidura crispan a los barones socialistas

Los críticos del PSOE sospechan que el líder socialista tiene un pacto con PNV y PDC a la espera de que Rajoy fracase

Madrid Actualizado: Guardar
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Los llamamientos del PNV, del Partido Democrata Catalán (antigua Convergència) y hasta de algún miembro de la Ejecutiva del PSOE (Susana Sumelzo) para que Pedro Sánchez intente una investidura alternativa a la de Mariano Rajoy han encendido las alarmas entre los barones socialistas que abominan de ese escenario.

Sospechan los críticos que tantos ánimos forman parte de una estrategia urdida por Sánchez, quien no ha descartado ser investido -sí lo han hecho Antonio Hernando, Óscar López y José Enrique Serrano-, para lanzar su candidatura cuando Rajoy fracase.

Por eso, el PSOE andaluz vigila con lupa cada movimiento del líder y sus posibles socios nacionalistas y ayer, Juan Cornejo, «número dos», salió a responder al presidente del PNV, Andoni Ortúzar, y al portavoz del PDC en el Congreso, Francesc Homs, que el fin de semana animaron a Sánchez a lanzarse.

Los socialistas, avisó Cornejo, quieren que haya gobierno «cuanto antes» pero «sólo hay un camino, y es el que puede liderar quien ha ganado las elecciones», en alusión al presidente en funciones.

«No me gusta Rajoy, no confío en él, no creo en sus políticas y no apoyaré nunca lo que ha hecho, pero este país necesita un gobierno ya por el bien de los ciudadanos», comentó la «mano derecha» de Susana Díaz antes de preguntar cómo algunos «todavía siguen pensando que puede haber una alternativa».

La presidenta andaluza, que en el Comité Federal del 9 de julio tildó esa investidura de Sánchez de «pesadilla», mantiene hilo directo con los presidentes de Asturias, Javier Fernández; Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Aragón, Javier Lambán; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y están dejando hacer Sánchez.

Creen que ha metido al PSOE en un callejón sin salida con el «no» a Rajoy sin matices, solo para salvar su liderazgo en el 39 Congreso, pero piensan que tendrá que rectificar tarde o temprano. Y quieren que sea él quien abandere el cambio del «no» a la abstención para que se «retrate» ante la militancia.

Un sector de los críticos piensa que eso no llegará en forma de otra reunión del Comité Federal, porque Sánchez intentará blindarse sometiendo la abstención a consulta entre los 190.000 militantes, como ya hizo el 23 de febrero tras el acuerdo con Ciudadanos. Aún así, sí lo hace, los barones no vetarán la consulta porque tampoco ellos quieren quedar mal ante la militancia.

Solo saldrán su «silencio orgánico» si Sánchez lleva al límite su estrategia y ven a Rajoy convencido de ir a elecciones. En ese momento moverían ficha contra el secretario general para impedirlo porque, como dijo Fernández Vara en el Comité Federal de julio, «lo único descartable son las terceras elecciones»; un «suicidio» no de Sánchez, dicen, sino del PSOE.

Iceta desmiente reuniones

Guerra de nervios en el PSOE que tiene visos de prolongarse todo agosto porque Sánchez se limitará a transmitir al Rey este jueves el «no» del Comité Federal a Rajoy. Sirva de ejemplo de ese estado de ansiedad el rumor que ha corrido en las últimas horas: descolgados Antonio Hernando y Óscar López de otra hipotética investidura de Sánchez, los contactos con En Comú Podem, la rama catalana de Podemos, con PDC y con Esquerra, los estaría manteniendo Miquel Iceta, primer secretario del PSC.

Iceta, como las baronesa balear, Francina Armengol; la vasca, Idoia Mendía; o la madrileña, Sara Hernández, es partidario de que Sánchez lo intente pero ayer desmintió «rotundamente» a ABC esos contactos. «Primero que lo intente Rajoy». Lo mismo que Homs, portavoz de la antigua Convergència en el Congreso: «No tendría sentido negociar ahora. Le toca intentarlo a Rajoy».

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